La mezcla de especias ras el hanout es tremendamente versátil y puede transformar hasta el plato más simple. Va muy bien para marinar carne de ave, pero también aporta un sabor fantástico a platos vegetarianos. Combinados sus aromas con el azafrán y el toque cítrico del limón, unos sencillos garbanzos cocidos crean una explosión de sabor en el plato que nos transportan a Marruecos.
Escurrir bien los garbanzos, lavándolos con agua en el caso de utilizarlos ya cocidos envasados. Reservar. Picar fino el pimiento verde, el pimiento rojo, la zanahoria, la cebolla y los dientes de ajo.
Poner a calentar unas cucharadas de aceite de oliva en una sartén o cazuela baja. Añadir la cebolla y dejar pochar a fuego suave un par de minutos. Incorporar el ajo, la zanahoria y los pimientos. Saltear las verduras a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que estén blandas. Sazonar con el ras el hanout y el azafrán.
Añadir los garbanzos, removiendo bien. Regar con el zumo del limón y añadir perejil y cilantro al gusto. Cocinar todo unos minutos, salteando el conjunto hasta que pierda casi todo el líquido, procurando que no se nos pegue. Incorporar en el último momento unas aceitunas verdes y salpimentar.
Con qué acompañar el salteado
Disponer el salteado de garbanzos a la marroquí en un cuenco y acompañarlo de arroz, cus cus, algún pan plano tipo naan o incluso patatas cocidas. Lo podemos servir acompañado de más aceitunas verdes, frutos secos tostados o una salsa ligera de yogur, para que cada comensal se combine su plato a su gusto.
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