No sé si a vosotros os pasa, pero en mi casa nos cuesta decidir que preparar de cena cada noche. Casi siempre nos inclinamos por la carne o al pescado acompañado de patatas o ensalada, así que de vez en cuando intento variar con recetas como ésta de torta de champiñones y ricotta que nos ayuda a tomar vegetales de forma diferente.
En este caso he empleado ricotta de sabor suave y más apreciada por los pequeños que otros quesos de sabor pronunciado, pero podéis utilizar cualquier queso que funda bien y que sea de vuestro agrado.
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. Estiramos la lámina de masa quebrada en nuestro molde desmontable, ajustando bien la masa al borde del molde.
Lavamos los champiñones y los cortamos en cuartos salteándolos en una sartén con el aceite de oliva y la mantequilla. Los pasamos para un bol y les añadimos la harina, el yogur griego, la sal, la pimienta, los brotes de espinaca y el queso ricotta.
Extendemos la mezcla encima de la base y giramos los bordes de la masa hacia dentro y por encima del relleno. Espolvoreamos con los piñones por encima. Horneamos durante cuarenta y cinco minutos. Servir caliente.
Con qué acompañar la torta de champiñones y ricotta
La torta de champiñones y ricotta es una sabrosa manera de tomar vegetales y lácteos. Ideal para sustituir a la clásica pizza, podéis preparar vosotros mismo la base en casa si disponéis de tiempo y aderezarla con vuestras hierbas aromáticas preferidas para darle un extra de sabor.