Pocas recetas de pescado le gustan tanto a mi mujer como la lubina a la espalda con patatas, por lo que la preparamos con bastante frecuencia como alternativa a la lubina a la sal. Con una lubina de un kilo aproximadamente, dos patatas y dos dientes de ajo, vamos a preparar, de manera sencilla, un plato para disfrutar.
Las lubinas de acuicultura son baratas y con frecuencia las encontramos en la pescadería a precios imbatibles. Basta con pedir a nuestro pescadero que nos la prepare para hacer a la espalda, es decir, sin escamas, abierta por la mitad de cabeza a cola y sin la espina central. También podemos hacer esa tarea nosotros mismos, si tenemos cierta maña con el cuchillo.
El proceso siguiente será muy fácil: preparar una cama de patatas, hornearlas durante 15 minutos, colocar encima el pescado con la piel abajo y seguir horneando. El toque final de la ajada, aportará un extra de sabor que hace que esta receta sea un plato perfecto para el fin de semana.
Pelamos las patatas y las cortamos en discos de aproximadamente dos o tres milímetros de grosor. Los extendemos en una fuente de horno, sazonamos al gusto y regamos con un hilillo de aceite de oliva virgen extra. Horneamos durante 12 minutos a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras las patatas se van horneando, limpiamos bien la lubina, repasando y retirando alguna telilla que pueda tener, la secamos bien por dentro y la sazonamos al gusto.
Cuando las patatas empiezan a dorarse, abrimos el horno y colocamos la lubina encima de las patatas con la parte de la piel hacia abajo, sobre éstas. Si no cabe la lubina podemos retirar la cabeza. Agregamos otro hilito de aceite de oliva por encima del pescado, y medio vaso de vino blanco y otro medio de agua por encima de las patatas. Horneamos otros diez o doce minutos para que se haga el pescado y las patatas absorban el líquido.
Mientras se termina de hacer el pescado, hacemos la ajada. Para ello fileteamos los dientes de ajo y los doramos en tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva. Cuando tengan un bonito color, apagamos el fuego y añadimos un poco de perejil picado. Sacamos la lubina del horno, volcamos el contenido de la sartén por encima del pescado y llevamos a la mesa, sirviendo en la misma fuente en que lo hemos horneado.
Con qué acompañar la lubina a la espalda con patatas
Como este plato ya sale del horno sobre su guarnición de patatas, no necesitamos nada más para disfrutarlo. Para acompañar esta lubina a la espalda con patatas, os recomendamos una ensalada refrescante de tomate, aguacate y albahaca para rematar el menú.
En DAP | Lubina a la plancha
En DAP | Lubina en salsa de almejas
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