Inés Vazquez Noya
EditorLas chirivías al horno no son una guarnición cualquiera; tienen la capacidad de complementar un sinfín de platos. El calor del horno les aporta una profundidad de sabor y una textura inigualable. La dulzura natural de la hortaliza se carameliza sutilmente durante el horneado, logrando un contrapunto delicioso para carnes asadas, pescados y platos vegetarianos.
Ya sea sazonada simplemente con sal, pimienta y un toque de aceite de oliva, o acompañada de hierbas frescas como tomillo y romero para un perfil más aromático, esta guarnición se adapta con facilidad. Para quienes gustan de los sabores intensos, un glaseado ligero de miel o sirope de agave al salir del horno puede intensificar su dulzura, mientras que una pizca de chile molido o pimentón ahumado puede darle una dimensión exótica.
Prender el horno a 200 ºC.
Lavar bien las chirivías bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad. De manera opcional, pelar con un pelador de verduras. Cortar los extremos. Si son muy grandes, córtalas por la mitad a lo largo y luego en trozos más pequeños, intentando de que todos las piezas sean de un tamaño similar para que se cocinen uniformemente.
Si son pequeñas, pueden quedar enteras o simplemente cortar en dos. Añadir el aceite de oliva, la sal y la pimienta. Mezclar bien con las manos o una cuchara hasta que todos los trozos de chirivía estén bien cubiertos con el aceite y los condimentos.
Acomodar las piezas en una sola capa sobre la bandeja de horno preparada, asegurándote de que no se amontonen. Cocinar durante 25 a 30 minutos, o hasta que las chirivías estén tiernas por dentro y ligeramente doradas y caramelizadas por fuera. A mitad de la cocción, a eso de los 15 minutos, remover suavemente para lograr un dorado uniforme.
Con qué acompañar la chirivía al horno
Las chirivías al horno se potencian con una variedad de salsas, patés y untables veganos. Por ejemplo, para un contraste fresco y cremoso, un simple yogur griego natural mezclado con un poco de ajo picado, menta fresca y un chorrito de zumo de limón funciona de maravilla. Si buscas algo más fácil, como opté hoy, una mayonesa casera queda muy bien también, hasta una salsa tahini ligera o un hummus cremoso pueden ser el acompañamiento perfecto.
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