El café puede ser el protagonista de un pastel, la compañía perfecta de una tarde de invierno, el integrante infaltable de un desayuno así como también brindar todo su aroma a una bebida, un postre u otra receta. Sin embargo, aun siendo una de las bebidas más consumidas en el mundo, el café es un ingrediente controvertido de nuestra dieta.
El café: alimento controvertido
Durante mucho tiempo se habló de los perjuicios del consumo de café, sus efectos negativos para el funcionamiento cerebral así como para el corazón, y se trataba al café como un alimento prohibido, que generaba adicción y mucho daño a la salud.
Sin embargo, los estudios han demostrado que como con tantos otros alimentos y/o bebidas, el café puede beneficiarnos si lo consumimos en cantidades moderadas y sólo es perjudicial si nos excedemos con su ingesta. Es decir, su efecto en el organismo es dosis- dependiente, por lo que se sabe que unas dos a tres tazas de café a diario, lejos de perjudicarnos puede ofrecernos grandes ventajas.
El efecto adictivo que puede producir el café se debe al estímulo que produce sobre el sistema nervioso central la cafeína que contiene, pero sólo dos o tres tazas no causarán una sensación de dependencia hacia al café para mantenernos alerta o concentrados en determinados momentos.
Por otro lado, esta misma estimulación sobre el sistema nervioso justificaba anteriormente su prohibición en personas con hipertensión arterial o en quienes deseaban adelgazar, sin embargo, el café no engorda ni eleva la presión arterial, exceptuando que abusemos de éste y nos genere irritabilidad, ansiedad y nerviosismo.
Así es como el café ha ido demostrando que no es el malo de la película, sino que si nosotros hacemos un consumo razonable del mismo, puede ofrecernos grandes beneficios en lugar de perjuicios.
El café y sus efectos positivos sobre la salud
Como hemos dicho, si consumimos no más de tres tazas al día de café, podemos disfrutar de sus efectos positivos sobre la salud, entre los cuáles destaca su efecto sobre el sistema nervioso que nos ayuda a conservar la concentración y mantenernos despiertos, activos y de mejor humor, porque se ha observado que su consumo reduce el riesgo de sufrir depresión y al mismo tiempo, ayuda al momento de rendir exámenes por favorecer la atención durante el estudio.
Por otro lado, se sabe que su contenido en polifenoles antioxidantes puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir cáncer, y su efecto positivo en la prevención de este tipo de enfermedad es mayor ante el cáncer de mama, colon, piel y próstata.
Asimismo, el estimulo que produce la cafeína sobre el sistema nervioso central contribuye a reducir la fatiga e incrementa el rendimiento tanto en actividades mentales como deportivas.
Sobre el sistema cardiovascular, el café actúa de manera beneficiosa si se bebe menos de 4 tazas al día, pues su contenido en flavonoides antioxidantes, sus polifenoles y su contenido en potasio beneficiarían la circulación sanguínea y la salud arterial sin producir el efecto hipertensor que genera un consumo mayor de café al día.
En otros estudios se ha observado una relación positiva entre el consumo moderado de café y el menor riesgo de sufrir diabetes tipo 2, exceso de grasa en el organismo u obesidad, así como también, menores probabilidades de sufrir Alzheimer, Parkinson y gota.
Como podemos ver, los efectos positivos del café sobre la salud son muchos, sólo debemos ser cuidadosos con la cantidad que bebemos a diario y prestar especial atención si tenemos problemas cardíacos o una hipertensión no controlada que puede perjudicarse ante la ingesta de cafeína.
Por último, es importante saber acerca de los nutrientes de una taza de café , pues si bien no llega a ofrecer 5 Kcal por taza, si nos ofrece magnesio, potasio, calcio, fósforo y cafeína, además de todo su sabor y aroma que vuelven a este alimento tan popular y controvertido en nuestra dieta.
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Imagen | ArminH, Namuit y Apes_abroad