Con objeto de la reciente subida del IVA, quiero aprovechar el post para denunciar una situación que desde hace muchos años vienen sufriendo en España unos 50000 personas, ciudadanos cuyo único delito ha sido tener mala suerte. Estoy hablando de la discriminación en precios e impuestos que sufren los celíacos y otros colectivos con necesidades nutricionales especiales.
Antes de continuar quiero hacer un “disclaimer”, como dicen los americanos. Mi hija, como podéis ver en mi perfil, tiene PKU o fenilcetonuria y por tanto, mi opinión está sesgada. Sin embargo, creo que al final del post, lograré demostrar con cifras y letras, lo injusta de la situación.
En el pasado consejo de ministros, se ha aprobado una subida del IVA del 8 al 10% en el grupo de tipo reducido. Esto quiere decir que todos los productos alimenticios que no entran en la categoría de básicos, pueden ver incrementado su precio en un 2%, salvo que los fabricantes o distribuidores, decidan reducir sus márgenes.
¿Qué productos se consideran básicos en alimentación? Pan común, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, cereales y tubérculos. Sin embargo para un afectado por un trastorno metabólico o un celíaco, de esta categoría quedan excluidos varios productos, que por sus características, ellos no pueden ingerir sin perjudicar su salud. Por ejemplo, cereales o el pan común para un celíaco, y para un metabólico cereales, pan común, queso, leche y huevos. Afortunadamente la reforma del IVA no afecta a la categoría superreducida y se mantiene en un 4%.
Discriminaciones en el IVA
Sin embargo, el resto de alimentos entran a formar parte del grupo de alimentos cuyo IVA para a ser del 10%. Y aquí es donde empiezan las discriminaciones.
Pongamos negro sobre blanco. Tanto celíacos como metabólicos pagan por el pan sin glúten, leche aproteica o quesos aproteicos, un 10% de IVA. ¿Acaso no son estos alimentos básicos? ¿Por qué si todos tenemos unas necesidades nutricionales idénticas estos colectivos están discriminados? Para que os hagáis una idea, este estudio de face, no deja lugar a dudas, sobre la magnitud de la discriminación:
La situación es aun peor, si tenemos en cuenta que, debido a que la preparción de estos productos requiere condiciones y productos especiales, y a que cuentan con un mercado menor, el coste final de todos ellos es mucho mayor que sus similares. Por ejemplo, en el caso de un enfermo metabólico, mientras que el litro de leche normal puede costar 1€, el precio del litro de leche aproteica sale por los 7€ el litro. Es decir, 7 veces más (700%). Pero es que, por si fuera poco, la leche aproteica está gravada con un tipo del 10% ahora, en vez del 4%.
¿No es una discriminación que una persona por el simple hecho de tener mala suerte en la vida tenga que pagar 7 veces más por un producto que se considera básico?
Por supuesto, esta misma situación ocurre con el pan sin gluten que necesitan tanto celíacos como metabólicos. Y con la pasta, y con las galletas…
Desde hace años, desde distintas asociaciones se ha solicitado si no una exención, sí al menos, una equiparación de tipos de IVA con el resto de productos básicos. No ha habido suerte. Pero eso no quita para que se siga intentando, porque nadie debería estar discriminado por un simple accidente genético, que nos puede tocar a cualquiera de nosotros mañana (hay celíacos que se desarrollan de adultos) o a nuestros hijos en un futuro.
¿Cuánto es eso en la vida de un afectado?
Para hacer las cosas más compresibles, echando una cuenta rápida nos encontramos con la siguiente situación. Suponiendo un consumo de un vaso de leche al día de un niño hasta los 12 años de edad desde los 2 años, tenemos que este niño consume durante ese periodo 0,2L (200ml) X 365 días x 10 años = 730 litros de leche. Es decir, unos 730€. Una familia con un afectado por una metabolopatía durante ese periodo pagará, 5110€. ¿Así puesto ya asusta no?
Pero calculemos los impuestos en uno y otro caso. En el primer caso el estado cobra 29,2 euros en forma de IVA, mientras que en el segundo al tipo del 10% recauda la friolera de 511€. Y esto solo para un producto y suponiendo que a los 12 años deja de consumirlo. De hecho, FACE estima que el sobrecoste anual en sus productos es de unos 1600€. Si lo multiplicamos por la esperanza de vida, tenemos un sobrecoste acumulado de 96000€.
¿No os parece injusto de que encima de que algo cueste siete más se pague un tipo impositivo de más del doble? ¿No os parece injusto que un gobierno haga caja con una persona que ha tenido la desgracia de nacer un error congénito del metabolismo o que ha desarrollado una condición como la celiaquía que no ha elegido por voluntad propia? Y ojo, que alguien puede pensar “c’est la vie” pero se estima que hay unos 500000 celíacos sin diganosticar en España, y que mañana mismo puedes ser tu.
Y ahora viene otra pregunta aún más sangrante, ¿cómo es la situación en nuestro entorno? No he podido investigar la situación con detalle en toda Europa, pero sí os puedo decir que países como Irlanda, con una situación económica similar a la nuestra, tienen cubiertos estos alimentos como parte del sistema de salud en el caso de los metabólicos, y un “tax relief“ para los celíacos. No haré más preguntas, los datos y la injusticia comparativa hablan por sí solos.
Ni que decir tiene, que si eres celíaco o tienes necesidades nutriciones especiales me gustaría saber tu opinión.
Imagen | Por preescolar
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