Tres semanas hace que se me rompió la tostadora y, dos semanas y un despiece que fue a parar al contenedor de la basura. Que no tengo ni idea del porqué en casa, siempre son despedazadas las cosas cuando se estropean, si luego no somos capaces de volverlas a montar, que quizás si supiéramos volver a montarlas, hasta es posible que volviesen a funcionar, pero vamos, que no es el caso, ni estamos cerca de que eso pase.
Así que hace ya tres semanas que las tostadas de las mañanas las estamos haciendo en una sartén tipo plancha, que no digo yo que no que tengan su encanto, pero hay que reconocer que es menos práctico.
Así que hace ya tres semanas que ando buscando por internet una tostadora que me convenza, he dado con ésta, que no me voy a comprar por qué ya empiezo a tener problemas de espacio en la cocina y la necesito más pequeña, y por qué del Japón aquí no sé si me sale a cuenta pagar los 19.959 yenes que cuesta, más el transporte, aunque la verdad es que me ha encantado.
Es un diseño de la casa Plus Minus Zero y tiene forma y apariencia de un horno convencional, con una puerta de cristal transparente para que podemos controlar el tostado y para mantener el pan caliente mientras buscamos la mermelada en la nevera.
Por su forma, nos damos cuenta enseguida que nos puede dar mucho más juego que una simple tostadora, sobre todo a la hora de preparar unos montaditos, unas tostas o unos pintxos gratinados, que pueden quedar estupendamente para picar algo en un aperitivo o para cenar.
¡Vaya! ahora que lo pienso, le estoy encontrando muchas más utilidades de las que le veía en un principio y cada vez me gusta más ¿cuál es el cambio de yen a euro?, ¿cuándo costarán los portes?, ¿conozco a alguien que sepa japonés para que me ayude a tramitar la garantía?, ¿seré una caprichosa?
Vía | Plus Minus Zero
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