Hay paredes que, si hablaran, contarían auténticas lecciones de historia. Algo de lo que va sobrada la ciudad de Ponferrada, uno de los corazones de El Bierzo, en la provincia de León, y que tiene como gran protagonista a un castillo casi milenario que, sin embargo, seguramente tenga raíces aún más antiguas y profundas.
Hablamos del castillo de Ponferrada, popularmente conocido como castillo de los Templarios, por haber sido epicentro de esta orden militar y monástica en el noroeste peninsular durante sus casi dos siglos de vida.
No obstante, esta colosal estructura no se limitó al concurso templario. Tampoco, incluso, al medieval. Diversas muestras arqueológicas atestiguan que este cerro, situado en la parte más alta de Ponferrada, ya pudo ser el origen de un castro celta, habiéndose encontrado ruinas prerromanas en él.
Sin embargo, el castillo de Ponferrada, perfectamente visitable y que además ofrece experiencias musealizadas y contiene salas de exposición, viviría su particular boom con la llegada de los templarios, que fueron los que levantaron esta magna construcción a finales del siglo XII y que ocupa cerca de una hectárea de terreno.
No le falta detalle fortificado. Barbacanas, murallas, fosos, torres albarranas, torre de homenaje, torreones, paseo de ronda… Vamos, lo que es un auténtico compendio de arquitectura militar medieval.
Con rango de Bien de interés cultural y de Monumento Nacional, el castillo templario de Ponferrada ha vivido también diferentes vidas que, irónicamente, cuanto más ha sufrido ha sido en la Edad Contemporánea.
En un estado más que admirable durante varios cientos de años, el castillo de Ponferrada iniciaría su declive cuando su utilidad defensiva había pasado a mejor vida. A mediados del siglo XIX, el ayuntamiento de Ponferrada vendió parte de sus muros, además de utilizar los sillares para construir cuadras públicas y un mercado, así como alquilar el interior como zona de pastos, llegando al extremo, ya en el siglo XX, de permitir el allanamiento de la plaza de armas para que se colocase allí un campo de fútbol.
Puerta de acceso al castillo de Ponferrada
Por suerte, el edificio se protegió como Monumento Nacional en 1924, lo que le salvó de esta deriva. Perfectamente visitable y restaurado ya en el siglo XXI, el castillo de Ponferrada consta además de dos magníficas bibliotecas, musealizadas, con documentos templarios como el Templum Libri, en las que se disponen más de un centenar de obras, incluyendo una veintena de códices medievales, pero también obras contemporáneas de autores como Picasso, Dalí o Chillida.
Imágenes | Castillo de los Templarios
