La pasta nero di seppia da mucho juego en Halloween, cuando los negros, morados y naranjas se convierten en protagonistas de la decoración de nuestras casas y mesas durante unos días. Si la acompañamos de una salsa de calabaza, tenemos el tándem perfecto.
Para aportar más sabor al plato usamos dos ingredientes con potencia suficiente como para resucitar a un muerto: salsa de soja y salsa tabasco. Las cantidades de cada uno son indicativas, lo ideal es que uséis más o menos de cada uno de ellos según vuestros gustos.
Con este plato de pasta nero di seppia con salsa picante de calabaza vuestros comensales se van a quedar con la boca abierta, sobre todo si decoráis también la mesa con motivos "jalogüineros" y termináis la comida con alguno de nuestros dulces temáticos. Ya puestos ¿por qué no darlo todo?
Cortamos la calabaza por la mitad y la colocamos en una bandeja de horno (cubierta con papel vegetal) con la parte del corte hacia abajo. Asamos a 180 ºC, con calor arriba y abajo, durante 30 minutos o hasta que esté tierna.
Cuando esté tibia, retiramos la pulpa y la machacamos con un tenedor para obtener un puré. Calentamos un poco de aceite en una sartén amplia y pochamos los dientes de ajo pelados y rallados. Añadimos el puré de calabaza, el caldo de verduras, la salsa de soja, la salsa tabasco y salpimentamos al gusto.
Si queremos una salsa de aspecto liso y cremoso, la podemos triturar en un robot o con una batidora de brazo. Si no es el caso, cocemos el conjunto durante 10-15 minutos o hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
Mientras tanto cocemos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante. Una vez lista la servimos con la salsa de calabaza por encima. Rallamos el queso cheddar o mimolette y servimos inmediatamente, decorando el plato con un poco de cebollino fresco picado.
Con qué acompañar la pasta nero di sepia con salsa picante de calabaza
Si planeáis preparar una comida temática de Halloween, esta receta de pasta nero di seppia con salsa picante de calabaza es el entrante perfecto. Lo puedes acompañar de unos canapés cementerio de salmón y mostaza, unos ojos de mozzarella y aceituna o un camembert momia. Y de postre ¿qué tal una tarta murciélago de chocolate? Ya tenéis el menú completo, ahora solo os falta empezar a cocinar.
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