Esta es la mejor forma de consumir semillas de chía todos los días para aprovechar sus beneficios

Las semillas de chía no son un superalimento porque estos no existen, pero sí que ofrecen numerosas propiedades nutricionales que, consumiéndolas habitualmente, pueden aportar beneficios para la salud del organismo.

Puesto que, desde que se pusieron de moda por primera vez, ya son fáciles de encontrar en prácticamente cualquier supermercado y comercio de barrio, podemos aprovecharlas en la alimentación diaria, sin que tengan que desplazar a otros productos también muy sanos y más comunes en nuestra tradición local.

Tal y como nos confirman nuestros compañeros de Vitónica, “Las semillas de chía consumidas de forma habitual en cantidades de una a tres cucharadas diarias pueden ofrecer una buena cuota de fibra, lo cual puede mejorar la composición de nuestra flora intestinal y reforzar entre otras cosas, las defensas del organismo así como también, prevenir alteraciones intestinales como el estreñimiento”.

Además, la chía es muy rica en ácidos grasos omega 3, compuestos con acción antiinflamatoria y antioxidante, vitaminas y minerales, y su consumo diario, en cantidades moderadas, puede ayudar a mantener la saciedad de las comidas aportando energía y nutrientes esenciales.

Las mejores formas de tomar chía cada día

La manera más fácil y saludable de tomar chía a diario es con la preparación que la hizo famosa inicialmente en su día, el pudding de chía. Y se puede hacer a ojo al gusto sobre la marcha, tomando como medida básica una o dos cucharadas por persona y ración. La chía hay que hidratarla con leche o bebida vegetal y/o agua o zumo de frutas, y se puede combinar también con yogur, kéfir, etc.

Hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo se deja reposar más gelatinizará y más espeso será el pudding, una textura en la que influye también la cantidad de líquido y su proporción con las semillas. Además, podemos jugar combinando la chía con fruta fresca o triturada, frutos secos, copos de avena, etc.

Estas son otras maneras sencillas de incluir las semillas de chía en nuestro día a día:

Chía sustituyendo al huevo. La especie de gel que se forma al entrar en contacto la chía con el agua u otro líquido se convierte en un excelente sustituto del huevo, perfecto para recetas veganas. Simplemente mezcla una cucharada de chía con 60 ml de agua para formar esa sustancia gelatinosa, dejándola reposar.
Chía con yogur. La chía es una excelente opción para enriquecer desayuno simplemente mezclándola con yogur o queso fresco batido. Puedes dejarlo listo el día anterior mezclándola la noche antes y dejándola en la nevera; por la mañana añade fruta al gusto.
Chía con zumos, batidos o agua. Remoja dos cucharadas de chía en tu zumo de frutas, batidos, agua o agua de coco durante al menos media hora.
Chía en ensalada. Las semillas aportan un toque crujiente a las ensaladas, con un efecto similar al del sésamo tostado o las semillas de amapola. Además puedes combinarlas entre sí.
Chía con verduras o arroz. Otra forma fácil de añadir chía a tu rutina es añadirla a verduras cocidas o incluso arroz, pasta, cuscús, mijo, quinoa...
Chía para ligar y espesar. La chía es una opción excelente y más nutritiva para espesar o ligar elaboraciones en lugar de la típica maicena. Se puede utilizar en cremas, caldos y salsas.
Chía para rebozar. Siempre se pueden utilizar semillas de chía en lugar de pan rallado, panko o similares para rebozar cualquier alimento, o mezclándolas con el pan rallado habitual.
Chía para hacer mermelada. La chía ayuda a espesar también las mezclas de fruta cocida para hacer mermeladas y compotas con menos azúcares o, directamente, en una mermelada sin azúcar.