Cómo cuidar tus cocottes de hierro

Cómo cuidar tus cocottes de hierro
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Las cocottes de hierro fundido nos han acompañado en la cocina desde hace mucho tiempo. Creo que mi abuela ya tenía alguna cuando era joven, aunque claro que lo más típico (por económicas) eran las de latón, aunque no faltaba alguna de hierro o incluso de cobre.

Sea como sea parece que últimamente se están poniendo de moda, a riesgo de que pasen a "demodé" por tanto éxito que están teniendo actualmente, y se me ha ocurrido que sería buena idea proporcionaros algunas ideas para cuidarlas mejor y que por lo tanto puedan llegar a heredarlas nuestros hijos. Que por su precio, ¿qué menos?.

Cómo usar las cocottes de hierro

Parece lógico pero las cazuelas agradecen un tamaño de fuego menor que el de ellas o como mucho del mismo tamaño. La lógica nos dice esto si queremos ahorrar dinero, pero es que además el calor debe venir de abajo y si ponemos un fuego mayor el calor también vendrá de los lados y podemos estropear nuestras preciadas cocottes.

Debemos empezar a calentar desde frío. Si ponemos una cazuela de hierro sobre el fuego ya caliente puede estropearse el esmaltado de cerámica que lleva o incluso partirse el hierro. En placas de inducción lo mejor es cocinar a fuego lento primero y después aumentar y olvidarse de funciones rápidas de cocinado en estas placas.

Y del mismo modo, un cambio de temperatura brusco y contrario al anterior puede estropearlas. Es decir, antes de lavarlas, hay que dejar que se enfríen a temperatura ambiente.

Cocotte

Hay que cambiar el modo de sujetar estas cazuelas. Estamos acostumbrados, probablemente, a las de acero con mangos de resina o silicona que no queman. Las agarraderas de estas cazuelas, queman, y además mucho. Acostúmbrate a utilizar un guante de cocina.

Algunos de los consejos pueden ser comunes a todo tipo de recipientes y conviene tenerlos muy presentes en estos casos. Para no estropear las placas de inducción o incluso las vitrocerámicas lo mejor es levantar y desplazar que mover la cazuela deslizándola.

Para cocinar haremos como con otras cazuelas con fondos de teflón por ejemplo. Hay que utilizar utensilios de silicona, madera o plástico. Nada de metales que pueden rayar y estropear la cerámica.

Cómo limpiar una cocotte

Si es la primera vez que tenéis una cocotte y sobre todo es la primera vez que habéis cocinado con ella puede que os surjan dudas sobre cómo limpiar una cazuela de hierro fundido. No tengáis miedo, solo hay que tener en cuenta algunos detalles que las diferencias de las de acero.

Las cocottes se componen de un núcleo de hierro fundido y después un recubrimiento de cerámica. Este recubrimiento las hace ser antiadherentes, el hierro es el que las hace cocinar de esa forma tan especial, repartiéndose el calor por igual, etc. Por lo que debemos cuidar el recubrimiento de cerámica.

Para cuidarlo de la mejor forma posible solo hay que limpiar con cabeza. Dejaremos enfriar, como os dije antes, la cazuela con anterioridad a remojarla. Si no se ha pegado nada, solo tendremos que lavarla con una esponja y detergente normal.

Si se ha quedado pegado algo y no sale con la esponja normal solo tendremos que dejar a remojo, por ejemplo unas horas o de un día a otro. Ya veréis como con la esponja normal sale. Por nada del mundo utilizaremos estropajo alguno y menos de fibra de acero. Tampoco rascaremos con nada. Mirad que yo le he metido mucho trabajo y está como en el primer día, mucho mejor que otras de acero.

El lavavajillas no está desaconsejado, pero lo que si que es cierto que esos detergentes son un poco abrasivos y pueden terminar por estropear la cerámica de nuestras cocottes.

En fin, como veis es mucho de utilizar la lógica para cuidar las cocottes de hierro fundido. Solo un último consejo, antes de comprar una pensároslo dos veces porque caeréis una y otra vez. Y es un deporte muy caro.

En Directo al Paladar | Ideas para regalar en San Valentín: Cocottes Corazón de Staub En Directo al Paladar | Rojo pasión de Le creuset para San Valentín

Comentarios cerrados
Inicio