Imbuidos por un extraño y peligroso espíritu del Do it yourself, que no es otra cosa que hacer las cosas por uno mismo, era cuestión de tiempo que el runrún del precio del aceite de oliva también salpicase a esta moda con la que, en teoría, intentar ahorrar costes.
Tanto es así que hemos visto ejemplos —pocos, por suerte— en redes sociales como TikTok de gente haciendo su propio aceite de oliva en casa con una Thermomix, un cedazo y una prensa manual.
Antes de ver el vídeo o de que llegues al final del reportaje, te hacemos un spoiler: hacer aceite de oliva en casa es caro, difícil, lento, poco rentable y, además, seguramente acabes haciendo un mal aceite y no cumpla con garantías de seguridad alimentaria.
Así lo explica Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y editor del blog Gominolas de Petróleo, que indica que "aunque no es un riesgo sanitario tan grande como otros alimentos como una conserva casera o un queso, sí puede tener mal sabor o malas características".
"El problema es que puede salir una chapuza y ese aceite probablemente no tenga las características organolépticas ni de higiene que tiene un aceite comercial", comenta. "En un aceite comercial se extreman las medidas de higiene, desde las aceitunas hasta el envasado. Que no tengan insectos, que no haya moho, que no haya suciedad y que además son procesos estandarizados que luego se analizan para tener un control organoléptico y de composición", indica.
"En un proceso casero donde no se controla nada puede salir cualquier cosa… El aceite se puede calentar en la Thermomix o el paño que está utilizando para el prensado puede no estar bien limpio o incluso en la decantación, para separar el aceite del agua, se puede llegar a fermentar si se tarda mucho tiempo en hacerla", enumera.
Una misma realidad que narra Víctor Pérez, maestro de almazara en Finca La Torre —Antequera, Málaga— donde se elabora uno de los mejores y más premiados aceites de España.
"Es imposible que salga un buen aceite haciendo eso y, además, es un proceso ineficiente por completo", considera. "Lo primero es que necesitas aceitunas y de dónde las vas a sacar, si además ahora están a un precio caro", se pregunta.
Un proceso inseguro e ineficiente
El proceso de elaboración industrial del aceite de oliva es eficiente y rápido.
Además, también deja otra pauta: "¿Cómo están y de dónde salen? Pueden ser aceitunas ya oxidadas o muy maduras que no sabes cómo se han cultivado ni cómo se han cuidado".
Aparte, lo artesano del proceso, convierte la tarea en un infierno. "Todo el proceso que se ve en el vídeo es ineficiente porque vas a tener un rendimiento bajísimo. Si haces cuentas de inversión en tiempo y aceitunas te va a salir más caro que si lo compras", apunta.
Una realidad que topa además con el proceso de molturado. "El aceite de oliva comercial es un proceso muy eficiente. Si metes en una Thermomix las aceitunas además vas a calentar la pasta y aumentar la temperatura, que no podrás controlar, y luego tienes que decantarlo, que es muy lento, en vez de centrifugar [que es lo que se hace en una almazara profesional]. Con una decantación natural, si hay temperatura, lo que vas a provocar es que la mezcla fermente y se enrancie", asegura.
De hecho, es una realidad que se ve en el vídeo donde el tiktoker explica que el aceite tiene ese matiz picante. Aunque en los comentarios explican que el aceite puede picar por la variedad y por su frescura, Víctor Pérez tiene las cosas más claras.
"Sí, la variedad ofrece picor y amargor, pero ese picante también puede venir por la oxidación producida durante la molturación que hagas con un robot de cocina. Una mala molturación tiene influencia directa en el picante de un aceite", matiza.
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Por eso, en sus consejos, lo más sensato sería "coger esas aceitunas verdes y las aliñas para convertirlas en aceituna de mesa, que es más fácil y más sabroso porque para hacer aceite se necesitan otros medios".
Imágenes | iStock
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