El pasado día 29 de enero las autoridades españolas notificaron un posible caso de gripe porcina en un trabajador varón de una granja de cerdos situada en Lleida. Así lo ha confirmado el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) en su informe de la quinta semana sobre enfermedades transmisibles, informando además de que el paciente está totalmente recuperado.
El trabajador afectado, un hombre de 33 años, experimentó los primeros síntomas a finales del pasado mes de noviembre, acudiendo al médico en varias ocasiones durante las tres semanas siguientes. Diagnosticado inicialmente con bronquitis sin aparentes síntomas de neumonía, los análisis de laboratorio posteriores confirmaron que se trataba de una infección de gripe porcina A(H1N1)v.
Tras la confirmación de la enfermedad se procedió por parte de las autoridades sanitarias a rastrear y vigilar la zona en busca de otros posibles contagios a humanos, pero hasta día de hoy no se ha detectado ningún caso más, tampoco entre los compañeros de trabajo de la misma explotación.
Hasta el día de hoy solo se han tenido constancia de 73 casos del contagio de esta enfermedad en seres humanos en todo el mundo, y es el único del que se tiene noticia en el pasado año. A pesar de que puede llegar a ser una enfermedad grave, como cualquier otro proceso vírico, la comunidad científica llama a la calma de la población y no ve motivos para crear ninguna alarma social.
Así lo confirman los expertos consultados por el SMC España. María Montoya, investigadora del grupo de Inmunología Viral del CIB-CSIC, afirma que los riesgos son los mismos que tienen ya los virus de gripe circulantes entre la población. "El problema", puntualiza, "es cuando uno de los virus porcino o humano se ‘recombinan’ con otro virus de la gripe". Así es cuando surgen virus nuevos, por ello es importante mantener "una vigilancia epidemiológica de los virus circulantes en las granjas y las personas que están en contacto con animales enfermos".
Tampoco ven motivos para creer en un riesgo especial tras este caso los investigadores del IRTA José Ignacio Núñez y Llilianne Ganges. "El virus de la influenza porcina circula habitualmente en las poblaciones de cerdos. Esporádicamente puede transmitirse a humanos, principalmente personal que está en contacto directo con los animales, vía aerógena. No se puede transmitir por consumo de productos derivados del cerdo, por lo que no hay ningún riesgo de infección alimentaria".
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