Sabor a fresa sintética y memoria emocional solo para nostálgicos: por qué los jóvenes y los turistas no entienden el Frigopie

El regreso viral del helado que para muchos representa la infancia no solo ha activado la nostalgia española: ha dejado perplejos a los turistas

Fotojet 5
Facebook Twitter Flipboard E-mail
joana-costa

Joana Costa

Editor

España tiene muchas costumbres que fascinan a los turistas, desde la siesta hasta el vermú. Pero hay tradiciones que los dejan directamente atónitos, como descubrir que aquí, en pleno siglo XXI, sigue siendo completamente normal lamer un pie en público si es de fresa.

Así es el Frigopié, un helado clásico que, como es tradición, ha vuelto con fuerza este verano y que, para los turistas, es más un fenómeno antropológico que un simple postre. En TikTok, vídeos de guiris alucinando con la forma del helado se han vuelto virales: algunos no saben si reír, preguntar o salir corriendo.

Un vistazo a…
Cómo cocinar de forma segura

Surrealismo español

“¿Pero qué c* es esto?”, pregunta un turista británico en un clip. La escena —un adulto con cara de asco y sorpresa lamiendo lentamente un pie rosado de crema— ha generado tanta risa como desconcierto. La forma, la textura y el concepto son para algunos extranjeros una muestra brillante del surrealismo español.

Meriendas con olor a cloro

Pero mientras los guiris se llevan las manos a la cabeza, en los comentarios centenares de españoles lo defienden con fervor. Para muchos, el Frigopie es más que un helado: es un símbolo de infancia, de veranos en casa de los abuelos, de meriendas de chiringuito y olor a cloro. Un auténtico tesoro nostálgico.

El debate no termina en lo visual. Muchos también han reaccionado con indignación ante el nuevo precio: de valer 1 euro ha pasado a 3 euros en muchas heladerías y supermercados. Algunos lo ven como una herejía capitalista, otros como el precio emocional de reencontrarse con la infancia.

"Te metes con el país entero"

"Te metes con el frigopie, te metes con el país entero", le advierten, mientras que otros le recriminan que venga a España a "hablar mal de los frigopies". "Ese helado es legendario", dice otro, y otro recuerda que también existió el Firgodedo.

Sin embargo, la mayoría de comentarios muestran su indignación por el precio al que lo ha comprado el guiri, mientras que en la infancia de muchos costaba 1 euro y lo habitual es encontrarlo hoy en día por menos de 2 euros.

Lo interesante es que esta polarización generacional y cultural ha dado nueva vida al Frigopie. Los vídeos donde turistas lo prueban entre muecas, risas y cierto horror han impulsado un fenómeno inverso: españoles que vuelven a comprarlo solo para recordar por qué les parecía tan buena idea.

@nick_patone

Not cool Spain 🇪🇸👎🏼 #funny #fyp #wtf

♬ original sound - PATONE

Quizás ahí resida el poder del Frigopie: en esa mezcla perfecta de desconcierto visual, sabor a fresa sintética y memoria emocional. Un producto que no ha cambiado en 30 años, pero que ahora se enfrenta a un nuevo reto: ser entendido en un mundo donde lamer un pie es más raro que nunca aunque esté congelado.

Y mientras que fuera algunos se llevan las manos a la cabeza, también dentro de nuestro país, los más jóvenes se sorprenden de que alguien pudiera inventar tal helado. "Quiero saber quién es el enfermo que inventó el Frigopie: un helado rosa con forma de pie", dice el tiktoker con millones de seguidores @kappahhha4.

@kappahhh4

El FrigoPie siempre me ha dado miedo… como que no debería existir

♬ Lucifer's Waltz - Secession Studios

Otros como @westviewresident, tienen un tono más reflexivo y se plantean lo mismo, pero reconociendo las bondades de este helado, como su amigable sabor y su facilidad de consumo tanto para niños como para mayores.

Fotos | @nick_patone/TikTok

En DAP | Así de abruptas acaban las fiestas infantiles en Reino Unido: "Cantan cumpleaños feliz y se piran", con la tarta "para llevar"

En DAP| Esta es la cara de una guiri cuando le sirven unas gambas con cabeza: el choque cultural es no conocer lo que comes

Inicio