Todos tenemos en casa un electrodoméstico que consume como 65 neveras funcionando al mismo tiempo

Este electrodoméstico es tan indispensable en algunos hogares como devorador de energía

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Joana Costa

Editor

La cocina, lo sabemos, el corazón de cualquier hogar, y está rodeada de electrodomésticos que nos acompañan en cada comida. El frigorífico mantiene frescos los alimentos, la cafetera nos despierta cada mañana y la tostadora o el microondas agilizan el desayuno. 

Cada uno de ellos juega un papel fundamental en nuestra rutina diaria, aunque a menudo pasen desapercibidos. Durante el día, otros aparatos se encargan de simplificar la preparación de alimentos y el trabajo en la cocina. La batidora, la licuadora, la olla eléctrica o el horno permiten cocinar con rapidez y eficiencia, mientras que el lavavajillas se ocupa de la limpieza. 

Un vistazo a…
Cómo cocinar de forma segura

Todos estos dispositivos hacen que preparar y conservar la comida sea más cómodo, pero también contribuyen al consumo energético del hogar. Incluso cuando no estamos cocinando activamente, algunos electrodomésticos continúan trabajando en silencio. 

El horno en modo standby, la nevera que mantiene la temperatura o la cafetera programada son ejemplos de cómo la tecnología de la cocina permanece activa, acompañándonos en nuestra rutina diaria y haciendo nuestra vida más sencilla, aunque con un coste energético significativo.

En el caso que nos ocupa, el horno eléctrico es un electrodoméstico cotidiano presente en casi todos los hogares, especialmente en aquellos donde se cocina con regularidad. Aunque es muy práctico, su consumo energético es sorprendentemente alto

Hornook

De hecho, cuando está en funcionamiento, puede llegar a consumir tanta energía como 65 frigoríficos encendidos al mismo tiempo, según publica el medio francés JV Tech

Esto se debe a que un horno eléctrico típico requiere entre 2.000 y 5.000 W para calentar y mantener altas temperaturas, mientras que un frigorífico consume solamente entre 300 y 800 W nominales.

También según este medio, un estudio realizado en 100 hogares franceses mostró que un horno eléctrico puede llegar a consumir 224 kWh al año, cifra inalcanzable para otros electrodomésticos diarios como el frigorífico.

Algunos modelos modernos continúan consumiendo energía incluso cuando están apagados, al mantener encendida la iluminación del panel o un reloj en modo espera (stand-by). Este consumo en standby puede rondar los 67 W por habitación, lo que equivale al 5% a 26% del consumo anual total en un hogar.

Cocinar sin disparar la factura

Afortunadamente, existen medidas sencillas para seguir usando el horno con cabeza:

  • Aprovecha un solo precalentamiento para cocinar varios platos a la vez.
  • Apaga el horno unos minutos antes de terminar la cocción, la inercia térmica finalizará el proceso.
  • Evita abrir la puerta durante la cocción, así no se pierde calor y se evita que el horno tenga que recalentar.
  • Desconecta el horno después de usarlo si permanece en modo standby, para eliminar el consumo fantasma (siempre que sea un horno de sobremesa y no esté empotrado).

El horno eléctrico, elemento básico en la cocina, representa uno de los mayores consumos eléctricos del hogar. Su uso prolongado y elevado requiere precaución para no inflar la factura. Sin embargo, con hábitos conscientes y estratégicos, se puede seguir disfrutando de su conveniencia sin renunciar a la eficiencia energética.

Foto | Clay Elliot y Joana Costa

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