Cómo mejorar la salsa de tomate de bote con trucos muy sencillos para que parezca (casi) casera

Todos recurrimos a veces a un bote de salsa de tomate, pero podemos mejorar su sabor fácilmente

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Producto popular por ser conveniente y versátil, la salsa de tomate de bote o lata permite a las personas preparar rápidamente una variedad de platos sin tener que empezar desde cero, lo que ahorra tiempo en la cocina. Además, su sabor y su textura hacen que sea un complemento para una amplia gama de recetas, convirtiéndola en un elemento básico en muchas cocinas. Y tiene una larga conservación en la despensa, perfecta para imprevistos.

Se utiliza en diversos platos, en la cocina italiana con sus pastas y recetas de pizzas, hasta la cocina mexicana con sus enchiladas y chilaquiles. También es un componente clave en la preparación de salsas, guisos, estofados y otros platos de cuchara alrededor del mundo. En definitiva, esta presente en la gastronomía cotidiana, indudablemente también en la española. 

Hoy en día la salsa de tomate, tanto en formato bote de vidrio, lata o botella, se puede encontrar en los supermercados en la sección de conservas, salsas o productos para pasta. Viene en una gran variedad de presentaciones y recetas, desde salsa de tomate simple hasta versiones con hierbas, especias e incluso verduras añadidas.

Ahora bien, frente a la salsa de tomate casera, la principal diferencia radica en los ingredientes y el proceso de preparación. La salsa de tomate en bote suele estar elaborada en grandes cantidades y puede contener conservantes para prolongar su vida útil una vez abierta, además de espesantes, azúcares o ingredientes de menor calidad, lo que a veces puede afectar al sabor en comparación con una salsa casera fresca. Al hacerla en casa, se tiene más control sobre la cantidad de sal y otros condimentos, lo que puede resultar en una salsa más auténtica y acorde al gusto.


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Sin menospreciar la practicidad de la salsa de tomate en bote, a continuación te presentamos unos trucos que pueden ayudarte a mejorar significatimente el sabor de la salsa de tomate de bote, transformándola en algo único y delicioso.

  1. Personalizar el sabor: Experimenta con diferentes hierbas y especias para encontrar la combinación que más te guste. Por ejemplo, el orégano y la albahaca son clásicos en la salsa de tomate, pero también puedes probar con tomillo, romero o incluso un toque de comino para darle un giro interesante a la salsa.
  2. Cocinar con ingredientes frescos: Si tienes la posibilidad, agrega ingredientes frescos a la salsa para mejorar su sabor. Puedes sofreír cebolla y ajo en un poco de aceite antes de añadir la salsa de tomate, e incluso incorporar zanahoria rallada o pimientos para agregar dulzura y textura.
  3. Añadir una pizca de dulzura: Si la salsa de tomate está demasiado ácida, puedes equilibrarla rebajando la acidez natural del tomate sin añadir tanto azúcar.
  4. Cocinar a fuego lento: Si tienes tiempo, deja que la salsa de tomate se cocine a fuego lento durante al menos 30 minutos. Esto permite que los sabores se mezclen y se desarrollen más completamente, resultando en una salsa más rica y sabrosa.
  5. Aprovechar cortezas de queso. Una corteza de parmesano o grana padano es ideal para añadir a la cocción suave de la salsa aportando

Otro truco para mejorar una salsa de tomate de bote es añadir un toque de potenciador del sabor fresco o con algún ingrediente rico en umami. Puedes lograrlo agregando unas gotas de jugo de limón o lima fresco para realzar la acidez natural de la salsa, e incluso incorporando una cucharadita de pasta de miso, salsa de soja, queso parmesano rallado directamente, unas anchoas picadas o salsa Worcestershire para intensificar ese sabor umami.

Estos pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en el sabor final de la salsa. Esta se debe conservar de acuerdo a las instrucciones del fabricante. En general suelen incluir mantenerla en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Una vez abierta, se recomienda conservar en la nevera y consumir dentro del tiempo indicado en el envase para garantizar su frescura y sabor.

Si por alguna razón no utilizas toda la salsa después de abrirla, se puede guardar en un recipiente hermético en la nevera. Eso sí,  revisa la fecha de caducidad en el envase y seguir las indicaciones específicas del fabricante para una conservación adecuada.

Imagen | Foto 1: Ashkan Forouzani, Foto 2: Frank Schrader

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