A pesar de ser un seudocereal antiguo, no fue hasta hace apenas seis o siete años que la quinoa asomó la patita por las cocinas de nuestro país. Lo hizo tímidamente, pero no tardó en ponerse de moda e instalarse en las repisas de nuestros comercios y en las cartas de la mayoría de restaurantes. Y no es de extrañar, pues la quinoa es nutritiva, saludable, versátil y da mucho juego en la cocina.
Oímos y leemos la palabra quinoa y ya no nos suena a chino, pero esto no significa que la hayamos comido ni cocinado. Puede que este sea tu caso, que tengas ganas de incorporarla a tu cocina y que no sepas cómo hacerlo. O puede que te guste la quinoa y andes en busca y captura de nuevas recetas. Sea cual sea tu caso, te proponemos cinco sorprendentes recetas con quinoa que te dejarán con la boca abierta.
1. Pan de quinoa
Esta receta de pan de quinoa está pensada para preparar en amasadora, pero tambien se puede realizar a mano si se tiene cuidado de dejarlo levar dos veces. Es un pan completo y de fácil digestión, de corteza crujiente y miga esponjosa. Si no lo vais a comer todo en el día, podéis rebanarlo y congelarlo para tirar de el a lo largo de los desayunos y meriendas de la semana.
Ingredientes para un molde de plum cake: para la masa madre, 75 g de harina de fuerza, 25 g de agua, 5 g de levadura de panadería y 10 g de leche; para el pan, 200 g de quinoa, 480 g de agua, 25 g de avena, 60 g de agua, 60 g de leche, 180 g de agua tibia, 50 g de aceite de oliva, 3 cucharadas de leche en polvo, 100 g de masa madre, 250 g de harina de trigo, 375 g de harina de fuerza y 1 sobre de levadura para pan.
Elaboración: Empezamos preparando la masa madre con la suficiente antelación mezclando en un bol los ingredientes. Los tapamos con papel film y los dejamos reposar hasta que doblen de tamaño. Mientras, ponemos la quinoa en un colador y la enjuagamos bien varias veces. Ponemos al fuego los 480 g de agua y cuando hierva añadimos la quinoa, dejándola hasta que se absorba el agua. La dejamos enfriar. Hervimos la avena con los 60 g de leche y 60 g de agua, removiendo para que no se pegue, y la dejamos enfriar. Colocamos en la panificadora el agua tibia, el aceite de oliva, la leche en polvo, la sal, la masa madre, la quinoa, la avena, las harinas y la levadura. Ponemos el programa de masas. Con las manos untadas de aceite (es una masa bastante pringosa) sacamos la masa de la cubeta y le damos la forma deseada, yo usé un molde de plum cake, y horneamos en el horno precalentado a 200ºC durante 45 minutos aproximadamente.
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2. Ensalada de quinoa primaveral con espárragos y fresas
A pesar de que esta elaboración incorpora productos de primavera, no hemos querido dejar de incorporarla a nuestro recopilatorio. Los espárragos y habas se pueden encontrar a lo largo de todo el año y las fresas se pueden sustituir por otros frutos rojos, así que no hay excusa para no animarse a preparar esta sabrosa ensalada de quinoa.
Ingredientes para dos raciones: 70 g de quinoa, 1 manojo de espárragos verdes o trigueros, 300 g de habas tiernas, 4 rabanitos, 5-6 fresones, perejil fresco, aceite de oliva virgen extra, ralladura de limón, pimienta negra y sal.
Elaboración: Preparamos la quinoa según las instrucciones del paquete, lavándola bien primero, y reservamos. Lavar bien los espárragos, los rabanitos y los fresones, retiramos los extremos más gruesos de los espárragos y los rabitos de los otros vegetales. Cortamos los espárragos en dos o tres partes y cocemos en agua hirviendo unos pocos minutos, procurando que no se reblandezcan demasiado. Laminamos muy fino los rabanitos y los fresones. Extraemos las habas de sus vainas y las escaldamos ligeramente. Condimentamos la quinoa con sal, pimienta, perejil picado y aceite de oliva virgen extra. Mezclamos el resto de ingredientes aliñándolos con aceite, sal, pimienta y ralladura de limón al gusto. Disponer sobre la quinoa.
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3. Ensalada de nabo, quinoa y semillas de sésamo tostado
Esta ensalada es uno de de esos platos que vale la pena recomendar, por lo sabrosa que resulta y porque es una ensalada original con una mezcla de ingredientes muy acertada. Ideal para preparar en dos tiempos y así aprovechar el tiempo cuando tenemos prisa. Un día se puede asar el nabo en el horno y al día siguiente sólo hay que montar la ensalada y llevarla a la mesa.
Ingredientes para dos raciones: 1 nabo grande, 1 diente de ajo picado, 1 cucharada de aceite de oliva, 2 cucharadas de semillas de sésamo, 2 cucharadas de miel, 1 pellizco de sal, 1 cucharada de salsa de soja, 2 cucharadas de cilantro picado, 4 o 5 puñados de lechuga, 1 taza de quinoa cocida, 1/4 de taza de cebolleta picada, 2 cucharadas de vinagre de arroz y 1 cucharadita de aceite de sésamo tostado.
Elaboración: Pelamos el nabo y lo cortamos en cubitos, lo colocamos en un bol y añadimos el ajo picado, el aceite de oliva, 1 cucharada de semillas de sésamo, la miel y la sal. Mezclamos bien, extendemos sobre una bandeja de horno y asamos a 180 ºC unos 30 minutos o hasta que esté caramelizado. Retiramos la bandeja del horno, añadimos la salsa de soja y el cilantro y lo dejamos enfriar. Para montar la ensalada, mezclamos los nabos ya fríos con la lechuga troceada, la quinoa cocida, las cebolletas y el resto de semillas de sésamo tostado. Batimos el vinagre y el aceite se sésamo y lo vertemos sobre la ensalada. Mezclamos todo hasta que esté bien combinado y servimos.
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4. Galletas de quinoa a la naranja
Para esta receta se necesita harina de quinoa que se puede preparar en casa en caso de no encontrarla en las tiendas. Para ello se enjuaga y escurre bien la quinoa varias veces, se tuesta en el horno y se tritura finamente. El proceso es sencillo aunque largo, pero merece la pena si lo que se obtiene como recompensa son estas ricas galletas de quinoa a la naranja.
Ingredientes para 24 unidades: 70 g de piel de naranja confitada, 100 g de harina de quinoa, 100 g de harina de trigo sarraceno, 100 g de mantequilla, 100 g de azúcar moreno, 1 huevo, 1 yema de huevo, 1 cucharadita colmada de levadura química en polvo, 30 g de leche entera y azúcar molido para espolvorear.
Elaboración: Ponemos en el vaso la piel de naranja confitada y trituramos 30 seg/vel 6. Con la espátula, bajamos la trituración hacia el fondo del vaso. Agregamos las harinas de quinoa y trigo sarraceno, la mantequilla, el azúcar, el huevo, la yema, la levadura y la leche y amasamos 1 min/vel 5. Retiramos la masa, formamos un cilindro y lo envolvemos en film transparente. La dejamos reposar en el frigorífico un mínimo de 30 minutos. Precalentamos el horno a 160ºC. Forramos 2 bandejas de horno con papel de hornear. Dividimos la masa en 24 bolas, las aplastamos ligeramente y las colocamos separadas en la bandeja. Horneamos cada bandeja a 160ºC durante veinte minutos. Dejamos enfriar las galletas y las servimos espolvoreadas con azúcar molido.
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5. Dulce de quinoa con leche
Uno de los postres más clásicos y tradicionales de nuestra gastronomía es el arroz con leche, del que nos hemos atrevido a hacer una versión con quinoa que nos ha gustado mucho y que os recomendamos fervientemente. El dulce de quinoa con leche es una reinvención del postre de toda la vida cambiando el ingrediente base por quinoa. El resultado es sorprendente.
Ingredientes para seis raciones: 100 g de quinoa, 200 ml de agua, 750 ml - 1 litro de leche, 1 rama de canela, 1 corteza de limón, 1 cucharada de mantequilla (opcional), 80-100 g de azúcar, 1 pizca de sal y canela molida o azúcar para servir.
Elaboración: Enjuagamos la quinoa en un colador hasta que el agua deje de salir turbia y escurrimos bien. Disponemos en una olla o cazuela (mejor si es de fondo grueso), encendemos el fuego y dejamos que se seque unos segundos. Añadimos el agua, llevamos a ebullición, bajamos la temperatura y cocemos hasta que se evapore el líquido. Incorporamos la rama de canela, la corteza de limón sin parte blanca y una pizca de sal. Agregamos unos 750 ml de leche y, cuando arranque el hervor, removemos y bajamos el fuego. Cocemos lentamente durante unos 45 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo. Añadimos el azúcar a los 40 minutos. Vigilamos el nivel de líquido, pues puede pedir más leche en función del tipo que hayamos usado y de la textura que nos guste. La quinoa estará cocida a los 20 minutos pero buscamos que reduzca el líquido y que se quede una textura cremosa que además espesará una vez fría. Ajustamos también el punto de azúcar al gusto y añadimos la mantequilla, si se desea. Retiramos la canela y el limón. Repartimos en cuencos y dejamos enfriar antes de servir. Podemos espolvorear con canela molida o azúcar por encima, que se puede quemar para crear una costra.
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