Mi madre nunca ha sido muy de preparar dulces, pero sí dominaba el arte del postre casero con un trío de ases que siguen recordando a mi infancia: el pan de calatrava, las natillas y el arroz con leche. Postres hogareños donde los haya, típicos de tantas familias, a los que yo ahora me atrevo a probar versiones nuevas como la quinoa dulce con leche. Es una reinvención del postre de toda la vida cambiando el ingrediente base por quinoa, y el resultado nos ha encantado.
En cada casa se sigue su propia receta del arroz con leche y recomendaría probar a cada uno probar a cambiar el grano por este pseudocereal cargado de proteínas vegetales. Por la red se pueden encontrar muchas versiones similares bajo el término pudding o como un porridge, y se puede hacer en versión vegana sustituyendo la leche por alguna bebida vegetal. La quinoa pide, eso sí, un tratamiento distinto al arroz, pero la receta es muy sencilla y solo necesita un poco de mimo en la cocción.
Nos encanta cocinar la quinoa en platos salados saludables rápidos como la quinoa con verduras y huevo, pero también queda demostrado que es muy versátil en dulces, postres, panes y bizcochos.
En primer lugar hay que enjuagar bien la quinoa en un colador hasta que el agua deje de salir turbia. Escurrir y disponer en una olla o cazuela, mejor si es de fondo grueso. Encender el fuego y dejar que se seque unos segundos, añadir el agua, llevar a ebullición, bajar la temperatura y cocer hasta que se evapore el líquido.
Incorporar la rama de canela, la corteza de limón sin parte blanca y una pizca de sal. Agregar unos 750 ml de leche, llevar a ebullición, remover y bajar el fuego. Comenzar la cocción lentamente, removiendo continuamente de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo, durante al menos 45 minutos. Añadir el azúcar a los 40 minutos, removiendo bien.
Vigilar el nivel de líquido ya que puede pedir más leche en función del tipo que hayamos usado, y de la textura que nos guste. La quinoa estará cocida a los 20 minutos pero buscamos que reduzca el líquido y que se quede una textura cremosa, melosa, que además espesará una vez fría. Ajustar también el punto de azúcar al gusto y añadir la mantequilla, si se desea.
Retirar la canela, vigilando que no se hayan quedado trocitos desprendidos de la rama, y el limón. Repartir en cuencos o pequeñas cazuelitas, esperar a que se enfríe y guardar en la nevera. Servir con canela molida o azúcar por encima, que se puede quemar para crear una costra.
Con qué acompañar la quinoa con leche
Esta receta de quinoa dulce con leche puede chocar al principio ya que reconoceremos los aromas y sabores del arroz con leche de toda la vida, pero puede resultar extraña la textura. Claro que pronto el paladar lo acepta y es una versión igual de válida para disfrutar de un buen postre casero, que mejora con el reposo en frío de la nevera.
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