Vuelve la calima a España y es malo para casi todo: excepto para nuestra comida

Vuelve la calima a España y es malo para casi todo: excepto para nuestra comida
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Como explica nuestro compañero Javier Jiménez en Xataka, el primer gran episodio de calima del año en la Península está llamando a la puerta.

La situación ha empezado a notarse en Melilla, donde ya ha llegado el polvo sahariano en suspensión, pero según la AEMET, será a partir del jueves que la calima va a ir extendiéndose también a la ciudad de Ceuta y, justo después, al resto de la Península. El viernes, si los modelos no fallan, será el día con mayor magnitud.

La calima está considerada, en líneas generales, un fenómeno meteorológico adverso. Además de dejar los coches echos un Cristo, a mayor partículas en suspensión en el aire que respiramos, mayor es el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias. Hay muchísima evidencia disponible que acredita que la exposición muy elevada a este tipo de partículas finas y muy finas "eleva el riesgo de padecer enfermedades coronarias y cánceres".

Pero la calima tiene también una derivada que pocos tienen en cuenta: es beneficiosa para los cultivos.

El efecto de la calima en la agricultura y la pesca

El polvo proveniente del Sáhara contiene una gran cantidad de micronutrientes que son beneficiosos para el campo. Cuando la calima pasa sobre las tierras de labranza, ya sean grandes plantaciones o un huerto urbano, el polvo se acumula en la superficie del sustrato y actúa como fertilizante, pues contiene grandes cantidades de hierro y fósforo.

No en todo momentos la calima es beneficiosa para el campo: si el evento en cuestión dura muchos días puede afectar a la cantidad de luz que reciben las plantas, pero esto es menos grave en invierno que en verano. Como contrapartida, además, la calima estimula la formación de nubes y suele venir acompañada de lluvias. Son casi todo ventajas.

El huerto familiar ecológico (CULTIVOS)

Además de ser beneficiosa para los cultivos, la calima es también buena para los ecosistemas marinos y, por ende, para la pesca. El polvo del Sáhara también actúa como fertilizante del fitoplancton, lo que provoca dos efectos positivas: el mar absorbe el dióxido de carbono y los bancos de peces tienen más alimento.

Cuando tengas que limpiar tu balcón, piensa que, al menos, en unas semanas podrás comer más boquerones.

Imágenes | RuudMorijin
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