Joana Costa
EditorConvertir una casa caótica en un espacio funcional no tiene tanto que ver con comprar cajas, cestas o muebles auxiliares como con revisar los hábitos diarios que se repiten sin pensar. El orden, más que una cuestión estética, suele ser el reflejo de cómo se vive y se usan los espacios.
Esta idea la defiende Sara Domínguez, organizadora profesional y creadora del método Del caos a la calma, que lleva años trabajando con hogares muy distintos y problemas aparentemente similares. Su enfoque parte de una premisa sencilla: sin un cambio de rutinas, cualquier sistema acaba fallando.
En Tiene Sentido Pódcast, Domínguez ha explicado cuáles son los tres pilares que, según su experiencia, ayudan a mantener el control de la casa a largo plazo, incluso en etapas de más estrés o falta de tiempo.
Organización personal
El primer paso, explica Domínguez, es entender cómo se organiza cada persona. No todo el mundo gestiona el orden de la misma manera y forzarse a seguir un sistema ajeno suele acabar en frustración.
La experta distingue entre perfiles visuales, que necesitan ver los objetos; organizadores ocultos, que tienden a esconderlo todo; y quienes prefieren clasificar por categorías más amplias o más específicas.
Conocer ese perfil es clave para que el orden sea sostenible. "Cada personalidad tiene sus propias barreras", señala Domínguez en el pódcast, donde insiste en que no hay un método universal válido para todos los hogares. Adaptar los sistemas de organización a la forma de vivir de cada persona es, para ella, el verdadero secreto.
Acumulación de objetos
Otro de los hábitos fundamentales tiene que ver con la cantidad de objetos que se acumulan. Domínguez propone una prueba sencilla: si una habitación no puede resetearse en menos de cinco minutos, probablemente haya un exceso de cosas. Mantener el inventario doméstico en un nivel razonable reduce el estrés visual y facilita que el orden se mantenga en el tiempo.
La experta también explica su conocida metodología de las tres olas, una forma de ordenar inspirada en los niveles de estrés y representada como un iceberg. Primero se actúa sobre lo visible, después sobre lo que está guardado y, por último, sobre aquello que apenas se usa pero ocupa espacio mental y físico.
@tienesentidopodcast 💬 Busca ma entrevista completa en Tiene Sentido Pódcast en YouTube o Spotify. 🏠 Tu casa no necesita más espacio, necesita menos ruido. La organizadora profesional Sara Domínguez, creadora del método Del Caos a la Calma, explica cómo el desorden no tiene tanto que ver con la estética… como con el estrés. 👉 Qué es el nivel óptimo de inventario y cómo saber si lo has superado. 👉 Los tres hábitos que devuelven el control sin esfuerzo. 👉 Y el método de las “tres olas” para pasar del caos a la calma. Porque cuando tu casa está en orden, tu mente también respira.
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El valor simbólico del recibidor
En ese proceso, el recibidor ocupa un lugar central. Según Domínguez, es el espacio que marca el tono del resto de la casa y uno de los puntos donde más fácilmente se acumulan objetos que entran y salen a diario sin un lugar asignado.
Por último, la organizadora resume su filosofía en tres conceptos que considera imprescindibles en cualquier estancia, especialmente en la cocina: visibilidad, accesibilidad y lógica. Tres principios que, aplicados con coherencia, permiten que el orden deje de ser una tarea constante y se convierta en una consecuencia natural del día a día.
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