El Brexit puede poner en riesgo la seguridad alimentaria del Reino Unido

El Brexit puede poner en riesgo la seguridad alimentaria del Reino Unido
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La situación provocada por el voto británico de abandonar la Unión Europea va a ser trascendental para la industria alimentaria del Reino Unido y se asemeja a lo acontecido con las leyes proteccionistas aplicadas al comercio de cereales de 1846 cuando el país decidió que su imperio podía alimentar a la nación y no sus granjeros. Tiene tanta importancia como la creación de la Ley agraria de 1947 cuando después de dos guerras devastadoras que supusieron un grave riesgo de hambruna entre la población, el país decidiera poner orden en su política alimentaria para producir más alimentos y mirar por el país.

Estos eventos sentaron las pautas de la política alimentaria del Reino Unido durante las siguientes décadas y el Brexit hará lo mismo. Tampoco ayuda que las élites políticas se dediquen a echarse la culpa mutuamente olvidándose de los inminentes efectos negativos.

El Reino Unido no se alimenta a si mismo. El 30% de los alimentos del Reino Unido procede de la Unión Europea y asciende al 40% en el caso de productos hortícolas cuyo consumo debería ser mayor para mejorar la dieta de la población del país.

Lo que me preocupa es que en el debate se deje a un lado la seguridad alimentaria y el Reino Unido debería hacer algo por evitarlo. Las reservas de alimentos son bajas en una economía del "justo a tiempo" con alimentos que suelen durar entre tres y cinco días. El Reino Unido no se alimenta a sí mismo y el autoabastecimiento ha bajado al 61%, según datos de Defra del mes pasado. La economía alimentaria del Reino Unido ha pasado sigilosamente a ser "neoimperialista", puesto que utiliza las tierras y la mano de obra barata de otros países para alimentar a su población mientras que los consumidores subvencionan a terratenientes ricos y mantienen un alto valor de las tierras. El 30% de los alimentos del Reino Unido procede de la Unión Europea y asciende al 40% en el caso de productos hortícolas cuyo consumo debería ser mayor para mejorar la dieta de la población del país.

¿Se van a quedar vacías las estanterías?
¿Se van a quedar vacías las estanterías?

Vulnerabilidades

El referendum del Brexit siempre iba a suponer un riesgo y por eso en el instituto de investigación Food Research Collaboration, una red de más de 500 personas entre académicos y sociedad civil, redactamos y publicamos unos informes que analizaban la situación de los alimentos en el Reino Unido y en la UE. Nuestro veredicto es claro: el Brexit probablemente va a desestabilizar la situación en un momento en el que tenemos que esforzarnos para lidiar con problemas como el impacto de los alimentos en el cambio climático o los niveles de obesidad. A corto plazo, una libra más débil hace que aumente el coste de las importaciones y el sistema de alimentos del Reino Unido ya es muy vulnerable a los golpes de la economía, algo sobre lo que los principales científicos llevan años avisándonos.

Con la separación del Reino Unido se pondrá de manifiesto la falta de inversión durante décadas en desarrollo alimentario y en estructuras equitativas para el desarrollo sostenible.

En realidad, el liderazgo de la UE en cuanto a alimentos y agricultura ha sido más bien tímido. Sin embargo, no deberíamos olvidar que el Reino Unido ha obtenido muchos beneficios de Europa: agua más limpia, controles en los productos agroquímicos y una normativa alimentaria más estricta. Con la separación del Reino Unido se pondrá de manifiesto la falta de inversión durante décadas en desarrollo alimentario y en estructuras equitativas para el desarrollo sostenible. Queda por ver si los que están a favor del Brexit también están dispuestos a ocupar los puestos de los extranjeros en los campos y en las fábricas.

Parte del desafío es la popularidad de la comida barata en el Reino Unido, un legado de las leyes proteccionistas aplicadas al comercio de cereales que buscaban proporcionar comida barata para los trabajadores. Los bajos precios y la eficiencia son el eje central del proyecto neoliberal, tal y como afirmaba Michael Gove en la campaña del referéndum. Pero en el caso de la comida, los bajos precios hacen que se produzcan más desechos y aumente la obesidad, puesto que las dietas saludables son demasiado caras para los pobres.

Puede que las granjas en el Reino Unido se queden sin motivos para labrar
Puede que las granjas en el Reino Unido se queden sin motivos para labrar

Al Reino Unido le esperan tiempos duros para la comida, pero es algo que se veía venir desde hace mucho tiempo. Los problemas de salud debidos a malas dietas le salen caros a la seguridad social y la esperanza de vida depende mucho del nivel económico de la persona. Los que ganaron el referéndum apenas dan pistas sobre lo que van a hacer a continuación y no habían diseñado ningún plan para la agricultura según Liz Truss, Ministra de Medio Ambiente.

Según tengo entendido se está intentando arreglar la situación pero el Ministerio de Medio Ambiente en el Reino Unido está tan debilitado que no se pueden tener muchas esperanzas. Algunos de los que están a favor del Brexit quieren que la salida de las políticas agroalimentarias sea rápida y que se eliminen todas las normativas pactadas en Bruselas, especialmente aquellas relacionadas con el medio ambiente y con la salud. Otros se oponen y algunos quieren que se eliminen las ayudas a los granjeros, mientras que otros simplemente busca su repatriación.

Se está intentando arreglar la situación pero el Ministerio de Medio Ambiente en el Reino Unido está tan debilitado que no se pueden tener muchas esperanzas.

Es importante hacer hincapié que a pesar de que existe la imagen de una Unión Europea gobernada por eurócratas totalitarios, muy pocas personas saben que solamente hay 1.000 funcionarios públicos trabajando para la Política Agraria Común de la EU en comparación de los 2.000 funcionarios que trabajan en agricultura para Inglaterra (sin contar Escocia y Gales).

El debate sobre el referéndum estaba dominado por la inmigración, la identidad nacional y la confusa idea de "recuperar el control". Sin embargo, todavía no hay pautas claras por parte de los que están a favor del Brexit sobre si el modelo a seguir es el de Noruega, Albania, Canadá o Suiza. La mayoría de los líderes políticos a favor del Brexit ni siquiera tienen en cuenta que la comida que les llega a los platos procede de supermercados y no de granjas. De hecho, las multinacionales de alimentos son las que mandan en la economía alimentaria moderna y existen millones de contratos alimentarios que dependen de las cadenas de distribución transcontinentales. Es por eso por lo que hay tantos camiones de alimentos en las carreteras de toda Europa: el sistema alimentario en el Reino Unido depende mucho de Europa y para poder seguir suministrando alimentos al Reino Unido hace falta todo un nuevo programa de una complejidad sin precedentes.

Negociaciones arriesgadas

Para empeorar las cosas, Kerry McCarthy, responsable de Medio Ambiente y Asuntos Rurales en el gobierno de oposición del Reino Unido y una mujer decente preocupada por sus responsabilidades, ha dimitido. Por eso es más importante que nunca reunir fuerzas fuera del parlamento británico para poner en la mesa lo que el país necesita a medida que se producen las negociaciones que van a marcar el futuro del país.

La comida nunca sale gratis
La comida nunca sale gratis

Las negociaciones sobre el Brexit, si finalmente se llevan a cabo, no deberían ser una excusa para que los ricos se hagan aún más ricos o que solamente las clases altas tengan acceso a una buena alimentación. El sistema alimentario del Reino Unido ya tiene muchos problemas que se ven agravados por la búsqueda de reducir las emisiones de CO2 y de cambiar el consumo excesivo de alimentos altamente procesados (la principal causa de enfermedades no contagiosas.

Existe el riesgo de que la reformulación política del país ignore los problemas de sanidad y medio ambiente. Si los políticos a favor del Brexit buscan retormar la autodeterminación del Reino Unido, deberían recordar que la realidad actual es una mezcla de los recursos imperiales o de la acción directa por el pánico durante las guerras, algo que se puso de manifiesto claramente en 1939. La euforia del Brexit no durará mucho si el precio de los alimentos sube o si los supermercados se quedan vacíos. Es necesaria una planificación adecuada y no es lo que quiere la élite del Brexit, puesto que cree en la ley del mercado. Sin embargo, la mayoría no tiene ni idea sobre cómo funciona el mercado alimentario y se piensan que tiene más ver con lo que ocurre en los gráficos de la bolsa de valores y no con lo que le podemos poner a nuestras familias en el plato.

Autor: Tim Lang, profesor de política alimentaria de la Universidad de Londres.

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.

Traducido por Silvestre Urbón.

Imágenes | Erica Zabowski, Aguskirk y Laura Billings en Flickr y Pixabay.

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