Reconozco que no soy muy de rebozados porque en casa me da pereza prepararlos, y, aunque nadie puede resistirse al pollo frito, comiendo fuera no me fío mucho de la preparación salvo que sea un sitio de confianza. Pero de vez en cuando también me apetece preparar un picoteo informal para devorar con las manos, como estos fingers de pollo al horno, que acomapañamos de una salsa de yogur y mostaza, que nos ahorran freír y quedan crujientísimos.
Solo hay dos puntos importantes: marinar el pollo con una mezcla de huevo y otros ingredientes que dejan la carne tierna y sabrosa, y preparar un rebozado rústico con textura. Para ello recomiendo triturar pan duro o tostado en casa, combinándolo con copos de avena y harina de maíz -no maizena-, que ayudan a obtener un resultado más crujiente.
Si la salsa propuesta no os convence, o queréis ahorraros su preparación, siempre se pueden acompañar de una salsa barbacoa o un buen kétchup.
Secar las pechugas con papel de cocina, retirar los posibles excesos de grasa y cortar en tiras de un dedo de grosor. Batir el huevo y mezclar en un recipiente o plato hondo con la leche, la mostaza, la harissa, un poco de aceite de oliva y el pimentón. Introducir el pollo y procurar que se cubra bien. Tapar con plástico film y dejar reposar, como mínimo, 30 minutos.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja o fuente engrasándola con aceite de oliva. Rallar el pan o triturarlo con un procesador de alimentos, o usar directamente pan que ya tengamos en casa. Prefiero aprovechar para hacerlo casero reservando un buen pan dejando que se seque, o lo tuesto. Mejor si tenemos una textura irregular y algo gruesa.
Combinar con los copos de avena y la harina de maíz. Usar solo copos de avena si no tenemos harina de maíz, o también es posible emplear una polenta bien fina. Salpimentar y mezclar muy bien. Hay que procurar, eso sí, que los copos de avena sean finos. Se pueden triturar un poco con el pan si hiciera falta.
Escurrir cada tira de pollo y rebozar con la mezcla de pan y cereales. Dejar sobre la bandeja preparada. Pulverizar con un poco de aceite de oliva, o pintar con suavidad usando un pincel de cocina. Hornear durante unos 18-20 minutos, hasta que se haya dorado bien.
Para la salsa, simplemente batir bien todos los ingredientes hasta tener una combinación homogénea. Probar para ajustar al gusto los ingredientes y poner al punto de sal.
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Con qué acompañar los fingers de pollo
Estos fingers de pollo crujientes al horno se pueden compartir como picoteo o primer plato de cualquier menú, aunque también se pueden simplemente tomar para cenar acompañados de una buena ensalada mixta o unas verduras asadas, ya que tenemos el horno encendido. Es preferible que no haya sobras porque el rebozado dejará de estar tan crujiente.
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