La recién celebrada X Cumbre hispano-marroquí ha finalizado con la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la ciudad de Rabat. Allí se ha reunido con el rey Mohamed VI, con el presidente Abdelilah Benkirane y con empresarios españoles que operan en territorio marroquí, resaltando la colaboración en materia económica entre ambos países. Sin embargo, el sector agrario español ha manifestado estos días una inquietud generalizada ante la reciente entrada en vigor del Acuerdo del Libre Comercio entre la Unión Europea y el país africano.
En el año 2010 la Comisión Europea y el Consejo aprobaron las directrices de dicho acuerdo, que posteriormente fue ratificado mediante votación por el Parlamento Europeo. Finalmente, el acuerdo de asociación agrícola ha entrado en vigor esta semana, y ya se han levantado voces de alarma desde el sector. Solicitan a las autoridades políticas un mayor control respecto a las importaciones marroquíes.
Ha sido la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) la que ha hecho públicas las principales declaraciones de inquietud. Sus responsables advierten de que el nuevo acuerdo establece unas condiciones demasiado permisivas con los productos de Marruecos, lo que conlleva riesgos para el consumidor y, sobre todo, consecuencias desastrosas para el productor europeo.
El Departamento de Agricultura de COAG ha realizado un estudio de las sustancias prohibidas en Europa a partir de los datos oficiales proporcionados por el Ministerio de Agricultura y la misma Unión Europea. Según afirman desde la asociación, las nuevas condiciones comerciales abren las fronteras a mercancías para cuya producción Marruecos podría haber aplicado hasta 56 sustancias activas prohibidas para el productor europeo, especialmente en el cultivo del tomate.
COAG denuncia la desigualdad de condiciones que este acuerdo impone entre los agricultores españoles y los marroquíes, acusando a las autoridades europeas de mantener una actitud hipócrita y al Gobierno español de falta de interés por defender la producción nacional. Por ello reclaman al Ministerio que se refuercen los controles en las fronteras, para proteger no sólo al sector sino también al consumidor final.
Vivimos inmersos en un mundo globalizado en el que cada vez se busca más la libertad comercial y los acuerdos de libre circulación entre diversos países, pero quizá habría que meditar con más calma si acuerdos de este tipo realmente benefician a la población general y no sólo los intereses de unos pocos. Lo que está claro es que no se pueden imponer unas condiciones de control fitosanitario en nuestras fronteras para luego hacer la vista gorda con las importaciones extranjeras, pues no sólo deja indefenso al productor local sino que además puede haber riesgos para la salud del consumidor.
Vía | La Verdad
Imagen | Manjith Kaini
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