Según indican los expertos, estas navidades los españoles pagaremos hasta un 71,5% más por los alimentos que disfrutemos durante esas fechas tan señaladas, el motivo son las continuas escaladas económicas en el precio de la alimentación. Un estudio elaborado por la empresa consultora Deloitte así lo pone de manifiesto.
A las subidas sufridas a lo largo de estos meses en todo tipo de productos alimenticios deberemos añadir las tradicionales cargas que se aplican en estas fechas, las Navidades las vamos a tener que celebrar con lo más asequible, con los alimentos que menos ascienden el precio de la cesta de la compra, y personalmente vamos a fomentar este tipo de consumo para los menús navideños con las recetas que os ofreceremos, ya está bien de que nos tomen el pelo.
Hasta no hace mucho en estas fechas que se aproximan no se pensaba con la cabeza y nos podíamos sentir contagiados por las festividades y el impulso consumista, gastando más de lo que deberíamos, al final siempre debíamos enfrentarnos a la cuesta de enero, febrero y dependiendo de los casos, ésta duraba hasta marzo, la conclusión es que las Navidades dejan nuestra economía por los suelos. La verdad es que el cochinillo, el cabrito, el marisco, los ibéricos y todos esos productos que antaño sólo se consumían en fechas señaladas, son actualmente alimentos que degustamos cada vez que nos apetece, por lo que nos parece una tontería pagar un precio que no se merece, pues estamos pagando los regalos navideños de los familiares de quien nos lo vende, o su cena en un restaurante de lujo. Nos plantamos, en nuestra casa seguirá siendo Navidad a pesar de no servir un bogavante, un lechazo o lo que sea.
España encabeza las primeras posiciones europeas en el despilfarro navideño junto a Irlanda y Chipre, deberíamos aprender de los holandeses que son los últimos de la clasificación europea, de hecho, gastan la mitad de lo que gastamos los españoles.
Un buen dato es el aportado por esta consultora, la tendencia de los hábitos de consumo navideños está convergiendo y es que es algo muy lógico, no se puede soportar tal abuso. Muchos consumidores ponen en práctica medidas como comprar pescados, carnes o mariscos hasta un par de meses antes para reducir el gasto, pero todavía existen ciertas reticencias a los congelados y no importa pagar precios absurdos por algo denominado fresco.
Como en años anteriores, recomendamos comprar con cabeza y mirando los precios, el ahorro puede ser importante. Todos aquellos productos que puedan comprarse ya, dejarán de sumar un eslabón a la pesada cadena de la cuesta de enero, es una tontería pagar mucho más justamente en la época en la que hay más consumo.
Exprimir tanto a los consumidores terminará pasando factura a las festividades navideñas.