Con uno de los castillos más sorprendentes de Alicante, este pueblo es una de las joyas del no tan conocido interior de la provincia

A apenas 35 kilómetros de la capital, esta localidad conforma junto a Biar y Villena una de las barreras defensivas más importantes del Medievo levantino

Castillo Sax Alicante
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Jaime de las Heras

Editor Senior
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Jaime de las Heras

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Cuando uno piensa en la provincia de Alicante, la imagen que suele venir a la mente es la de playas de arena fina, calas escondidas entre acantilados, pueblos costeros llenos de vida en verano y ciudades como Benidorm, Torrevieja o la propia capital alicantina. No es de extrañar: el litoral alicantino ha sido, durante décadas, uno de los grandes motores turísticos de la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, esa visión se queda corta. Muy corta. Alicante es mucho más que su costa. De hecho, en su interior se esconde un mundo lleno de sorpresas que muchos visitantes aún desconocen. Y entre esas joyas poco transitadas, hay un pueblo que merece una mención especial: Sax.

Situado en la comarca del Alto Vinalopó, Sax se encuentra a poco más de 35 kilómetros al noroeste de la ciudad de Alicante. Es un trayecto corto, de unos treinta o cuarenta minutos en coche, que pronto deja atrás el bullicio de la costa para adentrarse en un paisaje más sereno, donde las montañas y los campos de cultivo dominan el horizonte.

Con apenas 10.000 habitantes, Sax es un lugar tranquilo, acogedor, de esos que parecen resistirse al paso del tiempo. Pero lo que realmente atrapa al visitante nada más llegar es una silueta inconfundible: la del castillo que se alza sobre un cerro rocoso, dominando todo el valle.

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La historia de Sax y su castillo

Castillo de Sax Castillo de Sax. ©Comunitat Valenciana.

El castillo de Sax es, sin duda, el gran emblema del municipio. Se trata de una fortaleza de origen almohade, construida en el siglo XII, aunque algunos restos sugieren la presencia de estructuras defensivas anteriores, tal vez de época romana o visigoda.

Su ubicación no es casual: está levantado sobre una enorme peña que se eleva casi 500 metros sobre el nivel del mar, lo que ofrecía en su momento una posición estratégica clave para el control del territorio. Desde allí se divisa un amplio tramo del valle del Vinalopó, por donde antiguamente pasaban rutas comerciales y caminos de gran importancia.

La construcción del castillo es sobria pero imponente. El recinto amurallado, con muros de mampostería y tapial, encierra dos torres principales que destacan por su robustez. La Torre del Homenaje es la más alta y mejor conservada. Tiene planta rectangular y tres alturas, con techos abovedados y aspilleras para la defensa.

La otra torre, más baja y de planta cuadrada, servía como refuerzo defensivo y punto de vigilancia. Ambas estructuras están conectadas por un lienzo de muralla que se adapta perfectamente a la irregularidad del terreno. Este diseño defensivo refleja a la perfección la funcionalidad de la arquitectura militar de la Edad Media.

Castillo De Sax Además del castillo, las zonas verde que lo rodean también son parte del encanto de Sax. ©Comunitat Valenciana.

A lo largo de su historia, el castillo de Sax fue testigo de numerosos episodios bélicos. Tras la Reconquista, pasó a manos cristianas y fue incorporado a la Corona de Castilla. Durante los siglos posteriores, su importancia estratégica se mantuvo, sobre todo como punto de control en los conflictos entre Castilla y Aragón.

Con el paso del tiempo, perdió su función militar y entró en una etapa de abandono, aunque afortunadamente fue restaurado en el siglo XX, lo que permitió su conservación y su apertura al público.

Hoy en día, visitar el castillo de Sax es una experiencia que combina historia, paisajes y tranquilidad. El acceso hasta la fortaleza se puede hacer a pie desde el centro del pueblo, siguiendo un sendero empedrado que asciende por la ladera.

No es una subida excesivamente larga, aunque sí un poco empinada. Una vez arriba, las vistas son espectaculares: se puede contemplar todo el municipio, los campos de viñedos y almendros, y las montañas del Alto Vinalopó en el horizonte. En días claros, incluso se divisa la costa a lo lejos.

Castillo de Sax La cara más impenetrable del Castillo de Sax. ©Comunitat Valenciana.

El interior del castillo es perfectamente visitable. Se puede recorrer por libre, lo cual permite detenerse en cada rincón con calma, o bien apuntarse a una visita guiada, donde un guía local explica con detalle la historia de la fortaleza, sus transformaciones y las leyendas que la rodean. Estas visitas suelen organizarse los fines de semana o en días festivos, y son muy recomendables para quien quiera profundizar en el pasado del lugar.

Además del castillo, Sax ofrece otros atractivos. Su casco antiguo conserva calles estrechas y casas blancas de sabor tradicional. También hay varios senderos que recorren los alrededores, ideales para los amantes del senderismo o la bicicleta. Y si se visita en enero, se puede disfrutar de sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, una de las más destacadas de la provincia.

Imágenes | Comunitat Valenciana

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