En otras ocasiones ya os habíamos hablado sobre la historia de estos bizcochitos de origen francés, pero hoy hemos preparado los finaciers de mandarina y semillas de amapola como una receta de aprovechamiento, pues después de hacer una crema pastelera nos habían sobrado unas cuantas claras a las que debíamos de dar uso.
Estos financiers son de textura suave y muy tiernos, incluso después de dos días, pero también llenos de un profundo sabor a mantequilla que se obtiene al cocer ésta y clarificarla. Así que os recomiendo que si por alguna circunstancia, como un flan o un tocinillo por ejemplo, os quedan claras desparejadas no dudéis en prepararlos, pues son deliciosos.
Comenzaremos precalentando el horno a 200 grados centígrados con calor arriba y abajo. Enmantequillar los moldes con mantequilla reblandecida y rallar la corteza de las mandarinas con rallador hasta obtener aproximadamente dos cucharadas soperas de ralladuras, después proceder a exprimir las mandarinas hasta obtener otras dos cucharadas soperas de zumo.
En un bol añadir el zumo, la ralladura y las semillas de amapola, remover y dejar macerar durante quince minutos. Mientras derretir la mantequilla en un cacito al fuego y mantener la cocción hasta que comience a dorarse y huela como a avellana, colarla por un colador de malla fina y dejarla atemperar.
Batir con un batidor de varillas las claras a punto de nieve, incorporar la mantequilla fundida, así como la almendra en polvo, el azúcar y la harina tamizadas, seguidamente añadir el zumo de mandarina, con las semillas y la ralladura. Remover suavemente con una espátula hasta mezclar todo y hornear durante veinte minutos.
Con qué acompañar los finaciers de mandarina y semillas de amapola
Los financiers de mandarina y semillas de amapola son ideales para preparar en temporada cuando todavía está esta fruta en el mercado. Espolvoreados simplemente con una ligera capa de azúcar lustre se convierten en un exquisito bocado para tomar un café o un té a media tarde.