Nos encantan los bocadillos con nombre propio, recetas casi siempre surgidas de costumbres locales que evolucionan y se enriquecen con el tiempo. Valencia, con su ritual del pantagruélico esmorzaet, es un paraíso para los amantes de estos manjares entre panes, y uno de los más sencillos que podemos emular en casa es el conocido como almussafes, bocadillo bautizado en honor al municipio del mismo nombre.
La receta básica es tan simple como efectiva: buen pan, buena sobrasada, queso fundente y cebolleta pochada. Existen variantes que añaden jamón o beicon, y versiones con distintos tipos de pan o más o menos cantidad de queso, pero lo importante es usar ingredientes de primera calidad, y comerlo bien caliente, preparados para pringarnos un poco los dedos.
Recomendamos dedicar tiempo suficiente para caramelizar, o pochar casi hasta ese punto, la cebolleta, utilizando al menos tres unidades hemosas que reducirán enormemente su volumen en la sartén. Mejor que sobre un poco para usarla en otras preparaciones, que no quedarnos cortos.
Cortar las cebolletas en plumas o juliana, quitando las capas más feas y los extremos. Calentar un poco de aceite en una sartén y echar la cebolleta con un poco de sal. Rehogar a fuego medio hasta que empiece a perder volumen, removiendo, y después mantener el fuego bajo para que vaya caramelizando.
Mantener la cocción suave, removiendo de vez en cuando, entre 20 y 50 minutos, hasta que quede muy tierna y algo dorada, con sus propios azúcares. Se puede dejar más o menos caramelizada, al gusto.
Calentar la sobrasada en otra sartén a fuego suave, para que suelte parte de su grasa y se ponga blanda y más fácil de manipular. Cortar el pan abriéndolo por la mitad y untar ambas caras con una cantidad generosa de sobrasada.
Cubrir la base con las lonchas de queso y añadir encima cebolla al gusto. Cerrar con la otra mitad de pan, presionar suavemente, y pasar por la plancha o por otra sartén, vuelta y vuelta, para tostarlo un poco y que el queso se empiece a fundir. También se puede usar el horno a unos 200ºC.
Con qué acompañar el bocadillo almussafes
A pesar de los pocos ingredientes que componen el almussafes, este bocadillo es contundente y saciante, así que recomendamos acompañarlo simplemente con una ensalada, aunque podemos redondear el menú con patatas fritas caseras -que podemos hacer más ligeras al horno-. Si seguimos la tradición valenciana, podemos llevar a la mesa también cacahuetes, aceitunas y encurtidos, y culminar todo con un café cremaet. El nivel de carga del mismo lo dejamos ya a la discreción de cada uno.
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