Cómo hacer bitterballen, las crujientes croquetas holandesas perfectas para el aperitivo

Cómo hacer bitterballen, las crujientes croquetas holandesas perfectas para el aperitivo
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Marina Blanco

Colaborador
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Crujientes por fuera, cremosas por dentro y con un sabor intenso a carne especiada: así son las bitterballen, un clásico del picoteo** holandés y belga** perfecto para compartir con una cerveza bien fría o un refresco.

Estas bolitas crujientes nos recuerdan las croquetas, pero están rellenas de una especie de ragú de carne. Muy populares, se sirven habitualmente en los bares como acompañamiento de una buena cerveza, especialmente en el famoso borrel, ese momento de picoteo relajado entre amigos. Pese a que pueden engañar por fuera, su textura, forma y relleno especiado las hace únicas.

Prepararlas en casa es más sencillo de lo que parece, y el resultado merece totalmente la pena. Sigue nuestra receta paso a paso para que te queden perfectas y seguro que triunfas en la próxima comida en casa o cuando tengas amigos para el aperitivo.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Carne picada de ternera 300 g
  • Mantequilla 50 g
  • Harina de trigo 50 g
  • Caldo de carne 350 ml
  • Mostaza de Dijon cucharadita 1
  • Yema de huevo 1
  • Queso Mozzarella 50 g
  • Pimienta negra molida
  • Nuez moscada molida
  • Aceite de oliva
  • Harina de trigo para rebozar
  • Pan rallado para rebozar
  • Huevo para rebozar 1
  • Aceite de girasol para freír

Cómo hacer bitterballen holandesas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 50 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 30 m

Primero cocinaremos la carne picada en un chorrito de oliva hasta que cambie a una tonalidad marrón. Reservamos.

En la misma cazuela donde hemos dorado la carne, derretimos la mantequilla, y agregamos la harina para cocinarla durante 2 minutos mientras removemos con las varillas.

Incorporamos el caldo y seguimos removiendo a fuego medio hasta obtener una bechamel espesa.

Bitterballen paso a paso

Apartamos del fuego, añadimos la carne, la yema de huevo, el queso rallado, la mostaza, el perejil y sazonamos con las especias. Removemos.

Pasamos la mezcla a una fuente, y la dejamos enfriar a temperatura ambiente. Cubrimos con film sin que haya nada de aire, y la reservamos en la nevera durante al menos 4 horas.

Formamos bolitas con la masa, y las pasamos por harina, huevo y pan rallado. Freímos los bitterballen en aceite bien caliente hasta que queden doraditas. Dejamos escurrir sobre papel absorbente, y servimos.

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Con qué acompañar las bitterballen

Las bitterballen son perfectas para disfrutar en el aperitivo, y el acompañamiento clásico es sin duda una cerveza bien fría, y un poco de mostaza de aderezo. Las puedes servir con unas patatas bravas para hacer fusión de culturas, unas típicas patatas fritas o unas sencillas gildas.

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