
Hoy os propongo una receta de aprovechamiento ideal para cuando nos queda algún filete de pechuga de pollo, calabacines rellenos de pollo y piquillos, en donde la carne como va cortada en trozos menudos y acompañada de los pimientos, con poca cantidad ya nos rinde para hacer un entrante o cena para nuestros comensales.
Si encontráis calabacín redondo, quedan mucho más vistosos a la hora de presentarlos, como en los calabacines rellenos de atún, pero también os saldrán igualmente deliciosos con los calabacines alargados, lo único que deberías cortarlos longitudinalmente y no necesitarías tantas piezas de esta hortaliza.
Comenzaremos lavando los calabacines. En un recipiente apto para microondas los cocinamos seis minutos a potencia máxima, en mi caso a 800 w, o bien cocinarlos al vapor durante doce minutos en una olla. Una vez pasado el tiempo, cortamos la parte superior de los calabacines, y vaciamos con una cucharilla la carne de estos, reservándola para un plato y colocándolos en una fuente de horno junto con sus tapas. Precalentamos el horno a 180 grados centígrados.
Picamos la pechuga de pollo en trozos menudos y la cebolla y los piquillos en dados. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva salteamos tres minutos la cebolla, añadimos los piquillos troceados y la carne de calabacín, dejándolo cocinar cinco minutos. Retiramos de la sartén y salteamos el pollo, dejándolo dorarse cinco minutos más. Salpimentamos.
Unimos todos los ingredientes y les incorporamos el orégano y el huevo batido. Removemos y rellenamos los calabacines. Echamos un hilo del aceite de oliva por encima, espolvoreamos el queso parmesano rallado y horneamos durante 35 minutos.
Con qué acompañar los calabacines rellenos de pollo y piquillos
Los calabacines rellenos de pollo y piquillos se pueden servir calientes o tibios. Como son tan completos en ingredientes la verdad es que no necesitan más acompañamiento, si acaso una buena cerveza bien fresca para degustar este delicioso plato con sabor auténticamente mediterráneo.