Sé que hay gente a la que los platos de cuchara no les apasionan -por extraño que parezca-, pero eso no es motivo para no disfrutar de las legumbres. Esta ensalada templada de lentejas al cilantro con langostinos es ideal para variar las recetas más tradicionales pero sin complicaciones.
El cilantro aporta un sabor diferente muy aromático a las lentejas, aunque mejor emplear poca cantidad si no estamos acostumbrados a él. También se puede emplear en su lugar perejil, mejor aún si es de la variedad rizado. Para platos así me gusta emplear lentejas de tipo francés, pequeñitas y oscuras, como las Puy o beluga.
Lavar las lentejas y enjuagarlas. Disponerlas en una olla o cazuela y cubrir con abundante agua fría, un chorrito de aceite y una cucharada de vinagre de manzana. Llevar a ebullición y cocer durante unos 20-40 minutos, según la variedad. Comprobar que quedan al dente. Escurrir y enjuagar con agua fría.
Lavar los tomates. Cortar por la mitad, retirar las semillas y picar en cubos pequeños. Picar bien la cebolla morada. Lavar y secar las hojas de cilantro, y picarlo fino. Colocar en un cuenco las lentejas con el tomate, la cebolla y un puñado de cilantro al gusto. Mezclar bien.
Pelar los langostinos cocidos, retirando el intestino. Preparar un aliño sencillo mezclando el vinagre de manzana restante con aceite de oliva virgen extra, zumo de limón, sal gruesa y pimienta negra recién molida. Servir raciones repartiendo los langostinos, aliñando al gusto y decorando con unas hojas enteras de cilantro.
Con qué acompañar la ensalada templada de lentejas
Esta ensalada templada de lentejas con langostinos y cilantro es perfecta para una comida sencilla pero nutritiva y muy sabrosa. Podríamos completar aún más el plato con un poco de arroz blanco o cuscús, al gusto. Se puede preparar con antelación, aunque yo prefiero preparar los langostinos en el momento de servir, y siempre dejando que la ensalada se atempere un poco.