El pan casero es maravilloso, pero, no nos engañemos, requiere un mínimo de planificación y tiempo. Afortunadamente, existen alternativas para casi todo en la vida culinaria, y el pan exprés con levadura en polvo es un digno sustituto de la masa madre y las largas fermentaciones.
En menos de una hora puedes disfrutar de tu propio pan recién hecho en casa, con cualquier harina corriente y moliente de marca blanca, y usando polvos de hornear o impulsor químico, de la levadura que usamos para hacer bizcochos. ¿Es igual a una hogaza de panadería? Obviamente, no, pero el resultado es más que digno por sus propios méritos.
Esta fórmula no es más que una variante actualizada del famoso pan de soda irlandés, el que se elabora con bicarbonato sódico y suero de mantequilla o buttermilk. En esta ocasión ofrecemos una opción aún más sencilla y accesible, para preparar con harina de trigo blanca corriente -da igual si es de repostería o de fuerza-, y usando la leche que tengamos en casa.
Quizá tengáis que hacer algún pequeño ajuste de líquido, porque no todas las harinas absorben igual la humedad. Esta masa queda menos pegajosa que el pan de soda, es más "amasable", y proporciona una miga suave y esponjosa, sin ese regustillo algo raro del bicarbonato combinado con el buttermilk.
Al emplear harina blanca podría quedarnos un pan muy pálido; cuidado con hornearlo demasiado en busca de una corteza más oscura. Un truco es agregar una cucharada de azúcar moreno o de melaza a la masa, o incluso sirope de ágave, arce o panela. También podríamos añadir una parte de harina integral -agregando un chorrito más de leche-, o copos de avena finos.
Más ideas para darle sabor: hierbas secas, tomate deshidratado en aceite, queso, semillas o frutos secos, especias, cebolla caramelizada o ajo asado... Se puede cortar cuando aún está ligeramente tibio -cosa que jamás hay que hacer con un pan de verdad-, pero, si no se consume en 24 horas, lo mejor es cortar todo en rebanadas y congelarlas individualmente para tostarlas.
Precalentar el horno a 190ºC con ventilador y preparar una bandeja con papel de hornear. Mezclar en un recipiente la harina con la levadura química y la sal, usando unas varillas manuales o un tenedor. Agregar la leche y mezclar todo bien con una espátula.
Volcar sobre una superficie de trabajo limpia y amasar un poco con las manos hasta tener una masa homogénea; no debería ser muy húmeda. Formar una bola,aplastarla un poco (dejándola gruesa, como una tortita gorda) y poner en la bandeja.
Espolvorear con un poco de harina tamizada si se desea, practicar un corte en forma de cruz no demasiado profundo, y hornear a media altura durante unos 35-40 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar el pan exprés
Este pan rápido de levadura química, en su receta básica, es muy neutro y se adapta a muchos platos y complementos. La buena miga es perfecta para mojar salsas y guisos, pero también nos servirá como base de tostas y tostadas, o sándwiches. Recién hecho la corteza se mantiene algo crujiente; pasdas las horas podemos pasarlo por la tostadora o la plancha para revitalizarlo. Está tan rico con acompañamientos dulces -mantequilla y miel o mermelada- como salados -aceite de oliva, aguacate, tomate y jamón, queso, etc-. Es un pan comodín.
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