Una crema de verduras reconfortante y suave que combina la dulzura de la chirivía con el contraste crujiente y salado del beicon. Sencilla de preparar, pero con un resultado digno de un restaurante, no dejará a nadie indiferente.
Aunque no sea una hortaliza demasiado consumida a nivel casero, lo cierto es que la chirivía es una delicia que podrás disfrutar desde otoño a principios de primavera, cuando está en temporada.
En este caso prepararemos una crema utilizando la chirivía como ingrediente principal a la que además añadiremos puerro, patata, y un poco de leche para aportar un extra de suavidad.
La clave está en sofreír todas las verduras juntas con un poco de aceite de oliva, y luego dejarlas cocer a fuego lento hasta que queden tiernas. Sigue nuestras indicaciones para tener el mejor resultado
En primer lugar lavaremos el puerro y lo cortaremos en rodajas. Pelamos y troceamos la patata, y pelamos y cortamos en rodajas las chirivías.
Sofreímos las verduras en una cazuela con una cucharada de aceite de oliva bien caliente durante un par de minutos. Agregamos la leche, cubrimos con agua, sazonamos al gusto, y dejamos cocer durante 20 minutos a fuego medio.
Cuando queden 5 minutos para finalizar la cocción, tostamos el beicon en una sartén sin aceite hasta que quede bien crujiente. Reservamos.
Trituramos la crema y la servimos decorada con las lascas de beicon.
Con qué servir la crema de chirivías
Para terminar de perfeccionar este sutil plato otoñal, te recomendamos que frías unas rebanadas de pan de molde en aceite bien caliente, las cortes en daditos y añadas los picatostes a la crema justo en el momento de servirla en la mesa.
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