La mejor pasta de verano no lleva salsa, se hace con tomate crudo y cuatro cosas más

Es verano, hace calor y no hay muchas ganas de cocinar, pero sí de comer bien. La pasta es siempre un recurso muy socorrido cuando nos cansamos de comer platos fríos, y además es el vehículo perfecto para los productos de estación. Porque, en verano, lo mejor es olvidarnos de la salsa de tomate y abrazar al producto crudo. Que para eso estamos en temporada.

En Italia lo llaman pasta al pomodoro crudo, y no tiene mucho más misterio de lo que ya nos dice su nombre. ¿Para qué complicarnos cocinando la salsa o desperdiciar un bote, cuando el mercado está repleto de gloriosos tomates llenos de sabor? Es además un plato perfecto para aprovechar los ejemplares más maduros, que no todo va a ser hacer gazpacho.

Hay muchas recetas y fórmulas distintas, pero la fórmula básica es fácil de aprender y de ir añadiendo variaciones a tu gusto sobre la marcha. Elige tomates que sean muy, muy buenos, que estén bien maduros, y apuesta por un aceite de oliva virgen extra de calidad. Los ingredientes que usarías para una ensalada de tomate de categoría, para resumir. Para darle más gracia y sabor, mezcla varios tipos de tomate, incluso algunos cherry o de color amarillo.

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La mejor ensalada de pasta se hace rompiendo una regla esencial de la cocina italiana

Trocea en piezas pequeñas unos 800 g de tomates enteros y mézclalos en una fuente con unas cuatro cucharadas de aceite de oliva, un poco de vinagre y sal. Añade un par de dientes de ajo rallados, picados o chafados, y otros ingredientes opcionales que te apetezcan (aceitunas troceadas, alcaparras, hojas de albahaca fresca...). Remueve y deja reposar 30 minutos.

Cuece unos 400 g de pasta casi al dente, mejor si es tipo espaguetis, linguine, tallarines o farfalle. Escurre la mezcla de tomate en un colador fino, coge todos esos jugos y ponlos en una sartén amplia al fuego medio. Añade la pasta y deja que absorba el líquido. Apaga el fuego, echa la mezcla de tomate, remueve y sirve.

No le hace falta queso, pero adelante si te apetece echarle parmesano, grana padano o similar. Tampoco le va nada mal un poco de pan rallado tostado, para aportar textura sin enmascarar el sabor de los tomates.

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