
Me encantan las cazuelas de barro, las típicamente españolas, sencillas y algo rústicas. Me traen buenos recuerdos de mi familia en Murcia, de guisos, asados y arroces preparados con mimo durante horas por mi madre o mi abuela. Creo que es ideal para comidas reconfortantes, como esta receta tradicional de fideos a la cazuela, en este caso con carne de cerdo.
Este tipo de platos son los que me pide el cuerpo cuando entra el otoño y apetecen comidas más contundentes que calienten el estómago. Podéis ajustar la cantidad de caldo dependiendo de si os gustan más las cazuelas caldosas o más bien secas, e incluso cambiar la carne magra de cerdo por costillas o por piezas de ternera, conejo o algún ave.
Cortar la carne de cerdo en tacos para guisar, desechando los posibles excesos de grasa. Calentar unas cucharadas de aceite en una cazuela de barro o similar y sofreír la carne unos minutos, hasta que se dore.
Añadir la cebolleta y un diente de ajo picados. Cocinar removiendo a fuego medio unos minutos. Incorporar el tomate rallado o triturado, mezclar bien y dejar cocinar unos 5 minutos. Regar con el vino, subir el fuego y dejar que evapore. Cubrir con agua o caldo, bajar el fuego y dejar reducir unos 15 minutos.
Incorporar los fideos, añadiendo más líquido si hiciera falta. Triturar o majar en un mortero las almendras con el otro diente de ajo, el perejil y el azafrán, e incorporar a la cazuela. Remover de vez en cuando. Al final de la cocción, salpimentar y añadir un poco más de perejil.
Con qué acompañar los fideos a la cazuela con carne
Esta receta tradicional de fideos a la cazuela resulta muy reconfortante especialmente los días fríos. Es un plato muy nutritivo que podemos acompañar de una ensalada o unas verduras a la plancha para tener un menú completo equilibrado, con fruta de temporada de postre o un sencillo yogur. Es más recomendable servirlo en la comida o almuerzo, o, si acaso, en una cena más temprana.
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