Hay gente a la que le fascina echar un ojo al armario del baño de casas ajenas, pero a mí lo que me encanta es curiosear la despensa de especias; creo que dice mucho de nuestra forma de cocinar. El mundo de las especias es apasionante, complejo y muy variado, y si las usamos bien pueden transformar por completo nuestros platos. Hay utensilios que nos ayudarán a sacarles partido.
No importa si solo invertimos en unas cuantas básicas de uso frecuente o si tenemos un armario lleno de aromas, colores y sabores. Lo importante es ser realistas y aprender a usarlas antes de que se echen a perder; no se estropean pero sí pierden propiedades. Algunas especias son muy valiosas y, para que hagan brillar nuestras recetas, hay que tratarlas bien.
El poder de las especias
Una buena mezcla de especias tiene la capacidad de convertir un plato soso en un verdadero manjar, y además suma muchas propiedades saludables sin tener que recurrir a la sal o a salsas calóricas. Las especias además nos transportan a otras culturas y también nos traen recuerdos de la infancia solo con intuir ciertos aromas.
Pero para sacarles todo el partido hay que procurar que sean frescas y que las estemos conservando bien. Aunque realmente no caducan, sí pierden aroma y sabor con el paso del tiempo. Por eso es recomendable apostar por pequeñas cantidades acordes con nuestro consumo, para no acumular en la despensa.
Es una buena idea comprar especias a granel en tiendas especializadas, donde además nos podrán aconsejar y tendremos más seguridad en cuanto al origen de cada una. Mejor comprar en grano y moler o tostar en casa, y tampoco está de mas tener el armario, estante o cajón bien ordenado, con tarros especiales correctamente etiquetados.
Especieros
Hay mil formas de guardar las especias en la cocina: armarios, estantes, baldas, cajones, despensa, expositores giratorios, colgados en puertas, en la encimera... Queda mucho más bonito si los tenemos en botes atractivos a la vista, bien ordenados, y además las usaremos más. Todo depende del tipo de cocina y nuestra forma de movernos por ella.
Me gustan los especieros de tipo rústico-campestre, perfectos para una casa de campo o para dar un toque más hogareño a la cocina, como este de metal con tres niveles, a 13,99 euros. Los tipo carrusel que se colocan sobre la encimera o la mesa también son muy prácticos, y justo el modelo de [Cole & Mason] con 16 botes está rebajado a 67,29 euros, de gran calidad.
Para las especias de uso frecuente son estupendos estos magnéticos que se pueden colocar en la nevera pero también incluyen un soporte. Y algo más minimalista pero muy práctico y cómodo es este modelo, comodísimo para guardarlo en cualquier cajón y tener las especias bien ordenadas; cuesta 21,94 euros.
Botes y tarros
Puede que no nos interese comprar un especiero completo o no nos interese ningún estante o módulo adicional. Entonces podemos buscar juegos de tarros o botes, por ejemplo unos cuatro o seis, para tenerlos a la vista y contribuyan a la decoración de la cocina. No queda muy bien lucir los botes comprados del supermercado -al final se acumulan de padres y madres diferentes-, y si compramos a granel es mejor buscarles un buen recipiente.
Hay modelos para aburrir, pero se llevan mucho los botes más modernos en tonos metálicos, sin alardes decorativos. Me gusta mucho este conjunto de Kitchen Craft de seis unidades, con una ventana lateral para ver el contenido y tres grosores en los orificios de salida. Si necesitamos el doble podemos optar por este set de 12 frascos octogonales, totalmente transparentes, pero si solo nos interesa un par podemos apostar por la calidad de Küchenprofi, con tapa de acero inoxidable y junta de silicona.
En otra línea más rústica tenemos este conjunto de botes de cerámica de Premier Housewares a algo más de 20 euros, y del mismo material pero mucho más colorido es el set de cinco botes de colores de Villa D'Este, por 13, 86 euros. En cualquier caso, siempre deberían estar a resguardo de la luz directa y del calor, en un lugar seco y lejos de los insectos.
Molinillos y morteros
Confieso que suelo comprar especias molidas a pesar de que sé que pierden su aroma más rápidamente. Pero lo hago solo con las que uso a diario, como canela, cúrcuma o comino, y eso no impide que tenga las versiones enteras también de estas.
Pero por favor, olvidad la pimienta ya molida y comprad siempre pimienta en grano, la diferencia de su potencia en el plato es enorme. Con la pimienta es fácil porque se suelen vender ya con molinillo incorporado, pero hay muchas otras que merece la pena moler o machacar manualmente, como el cardamomo, el cilantro, la alcaravea o el anís.
Así que no viene mal invertir en un molinillo de especias decente, que nos dará muchas alegrías durante muchos años. Incluso podemos utilizar un modelo que sirva también para moler café y frutos secos -procurando limpiarlo bien después de cada uso-. Por ejemplo, este modelo de Anmer es pequeño, potente y versátil, muele en apenas 20 segundos y cuesta 22,99 euros. Otra opción es la pareja de AiCok, pensado para moler en el momento directamente sobre la comida pulsando un botón.
Si queréis algo más artesanal tenemos también molinillos manuales, con ese encanto de lo manual y su aire antiguo, como el de Kurtzy con molinillo de cerámica y base de almacenamiento de cristal, muy bonito.
Y en la línea manual no podemos olvidarnos de los morteros; los tenemos de granito negro, granito gris, mármol blanco veteado, porcelana blanca e incluso algunos más modernos de diseño, como este con base antideslizante de silicona o este otro de Zwilling, con base de acero inoxidable de gran calidad.
Seguro que todos tenéis especias en casa pero, ¿les sacáis partido de verdad? ¿Las usáis correctamente? ¿Tenéis algún bote olvidado en el cajón que acumula telarañas? Repasad vuestra despensa y animáos a cocinar mucho más con especias, incluso experimentando poco a poco añadiendo aromas nuevos a vuestras recetas de siempre. ¿Cuáles son vuestras especias imprescindibles?
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