48 horas en El Puerto de Santa María, un paraíso en Cádiz a pie de playa entre pescaíto frito, fino e historia

48 horas en El Puerto de Santa María, un paraíso en Cádiz a pie de playa entre pescaíto frito, fino e historia
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Primavera abre la veda de las escapadas al sur entre ferias, playas y rebujitos. Cádiz actúa como un imán peninsular y lo hace no sólo a través de su buen tiempo, sino también de sus escapadas, de su cocina y de su arquitectura.

El Puerto de Santa María, al que generalmente bautizamos como El Puerto, se convierte así en un oasis donde las frituras comparten espacio con las estrellas Michelin y con la cocina creativa, pero también con restaurantes tradicionales donde entregarse a lo mejor de la gastronomía gaditana.

Hablamos también de un universo de bodegas imprescindibles dentro del Marco de Jerez, de un legado de casonas nobiliarias construidas cuando Sevilla y Cádiz, sus vecinas, eran el epicentro comercial del mundo, y de calles empedradas, cuajadas de blancos y dorados de albero por sus cuatro costados.

Ideal para destaparse como escapada en primavera, El Puerto de Santa María también es un placer en cualquier otra época del año, especialmente en otoño, cuando los días aún son largos, pero hablamos de una ciudad acogedora y con mucho encanto en la que, por supuesto, comer bien está más que asegurado.

Día 1: entre finos e historia

Castillo San Marcos Jorge Roa Castillo de San Marcos. ©Jorge Roa.

No se puede negar al Puerto de Santa María su impronta taurina. Tampoco un legado histórico, convertido en triángulo de oro del vino de Jerez, entre el Puerto, Sanlúcar de Barrameda y la propia Jerez. Un terreno propicio para el buen vino, para el buen comer y para dejarse llevar por el encanto de sus calles empedradas.

Un día en la bodega

Aunque uno comulgue con el mundo del vino o del alcohol. Aunque tampoco nos gusten los vinos de Jerez o el brandy, hay visitas ineludibles si uno va a El Puerto. Hablamos de la casa madre de Osborne, con todo lo que eso supone, toro mediante, y el gran nombre de algunos brandys clásicos como Veterano o Magno.

Picture 1600 1 Venencia en Gutiérrez Colosía.

Aquí se empezaron a escribir los más de 250 años de historia de la marca, en la Bodega de Mora, que incluye una visita guiada a través de los vinos de Jerez y del Brandy, además de degustación y un paseo por Toro Gallery, una pequeña colección con casi 100 obras vinculadas al mundo del toro y creadas por artistas como Salvador Dalí o fotógrafos de la talla de Leibovitz, Avedon, Helmut Newton

También visitable, aunque más discreta en cuanto a tamaño aunque muy relevante, es la que se puede hacer a Bodegas Gutiérrez Colosía, otro de los nombres propios de los vinos de El Puerto, de lunes a sábado y que requieren de reserva previa en esta dirección de email.

Plaza De Toros Jorgeroa Plaza de Toros. ©Jorge Roa / Turismo de El Puerto de Santa María.

Como remate taurino, en una tierra como es Cádiz, se puede poner el broche en la no lejana plaza de toros, también un monumento de primer orden más allá de la tauromaquia, con una plaza monumental erigida a finales del siglo XIX en un estilo neomudéjar y que bien vale el dicho de Joselito El Gallo cuando recordó que "Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros".

Comida: el universo Ángel León

Entrada de Aponiente Entrada de Aponiente

Las tres estrellas Michelin de Ángel León, apodado el Chef del Mar, son una tentación enorme para intentar reservar una mesa en Aponiente, restaurante que ha hecho del pescado su razón de ser.

Es cierto que no es un menú para todos los públicos si de dinero hablamos. Tampoco de alergias a mariscos o pescados, pero es una experiencia inolvidable para el que se quiera atrever con ello.

El chef Ángel León. El chef Ángel León.

Aún así, podemos buscar alternativas que no sean tan onerosas. En un ticket medio mucho más comedido, pero convertido en una buena puerta de entrada para el mundo Ángel León encontraríamos La Taberna del Chef del Mar, que fue donde inició la aventura Aponiente.

Aquí pone en marcha una taberna canalla y marinera, también creativa, pero donde el producto es mucho más evidente y el tipo de servicio es más informal. Ideal para grupos pequeños o para personas que no quieran dejarse una fortuna en su escapada gaditana, La Taberna del Chef del Mar es otra opción ideal sin renunciar al sello León.

Casco histórico

El Puerto Santa Maria Manuel De La Varga 0065 Copia Iglesia Mayor Prioral. ©Manuel De La Varga.

Conocida como la ciudad de los 100 palacios, El Puerto de Santa María está cuajado de ese remanente histórico, construido a raíz del descubrimiento de América, que hace que haya palacios en prácticamente cada esquina.

No se debe perder de vista el Palacio de Villareal y Purullena (en la calle Cruces), cuyo interior lujoso —ahora sede de la Fundación Luis Goytisolo— contrasta con el sobrio exterior. No lejos, la Casa Palacio de los Leones también destaca por su ornamentación exterior.

El Puerto Santa Maria Manuel De La Varga 0037 Ayuntamiento de El Puerto. ©Manuel De La Varga.

Casi a salto de mata, otra calle como la de Pagador, invita a acercarse para ver la Casa de la Marquesa de Candia, otro de los mejores ejemplos de fachadas barrocas, no muy lejos de la Casa de los Diezmos, otro hito histórico dentro de El Puerto.

Citar todos los palacios de la ciudad sería imposible, pero eso no quiere decir que no topemos con ellos cada dos por tres. Indispensable también sería acercarse al castillo de San Marcos, antigua fortaleza árabe y luego reconvertida en fortín cristiano, donde se descubren algunos de los mejores atardeceres de la ciudad.

Cena: mariscos, huevas y tierra de frituras

Galeras Ortiguillas Fritas Y Gambas Cocidas En Bendita Taberna Galeras, ortiguillas fritas y gambas cocidas en Bendita Taberna

Después de un festival como Aponiente —si tenemos el gusto de hacerlo—, seguramente no estemos para demasiados trotes gastronómicos. Aun así, hay ciertas paradas que, si buscamos frituras, pescado fresco y marisco, son ineludibles en El Puerto de Santa María.

Una buena idea es tomar por banda a la Ribera del Marisco, una calle que transcurre en paralelo a los últimos latigazos del río Guadalete, y que está cuajada de restaurantes y tabernas donde darse un capricho a base de raciones y tapeo de calidad.

Aquí encontramos algunos de los grandes clásicos del Puerto. Están las pavías de merluza de Casa Paco Cevallos, pero también, cuando la temporada lo permite, las sensaciones ortiguillas fritas del Bendita Taberna o la ensaladilla rusa con marisco del Romerijo, uno de los freidores más clásicos de la ciudad.

Es también recomendable desviarse a las Bodegas Obregón: hay despacho de vinos a diario, pero, únicamente los sábados, sirve tapas de cocina caseras que merecen la pena la visita.

Más gastronómico sería el plan de un restaurante muy cercano, el Avanico, que demuestra que El Puerto empieza a vibrar también con otro son culinario que hace que los dos mundo sepan coexistir. Junto a él, otro icono como Los Portales, donde trabajan con mucho mimo pescados locales como la urta, el pargo o el borriquete

Día 2: El Puerto natural

Playaselpuerto1 Juangarcialarrondo Atardecer en El Puerto. ©Juan García Larrondo / Turismo de El Puerto de Santa María

No todo en Puerto de Santa María pasa por adoquín y acera. También hay planes más naturales y movidos, quizá menos gastronómicos, en los que merece la pena reparar cuando viajamos varios días y queremos aprovechar para descubrir algunas de las mejores playas de Cádiz.

A pie de playa

Playa De Valdelagrana El Puerto De Santa Maria Manuel De La Varga Lopez Copia Playa de Valdelagrana. ©Manuel de la Varga López.

Cádiz tiene esa doble bendición que hace que —a veces— sus playas pudieran pasar desapercibidas cuando hablamos de las grandes ciudades de la provincia. Algo que quizá no sucede a medida que salimos del recogimiento de los espigones, especialmente en El Puerto, más cobijado y tapado desde Puerto Sherry.

Sin embargo, sus playas también merecen una escapada como sucede con la casi eterna playa de Valdelagrana, que se extiende como una manta de arena tranquila y fina durante dos kilómetros en la parte sur de la ciudad. Muy calmada e ideal para familias, Valdelagrana también es perfecta para amantes de los deportes náuticos que impliquen viento.

Vistas Rio Guadalete Jorgeroa Vistas del río Guadalete. ©Jorge Roa / Turismo de El Puerto de Santa María

Algo menos concurridas y un poco más salvaje es la playa de Levante, también llamada de Los Toruños, por coincidir con buena parte de esta zona dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Son casi cinco kilómetros de playa que dan para hacer deporte, excursiones, paseos, nadar e incluso montar en bici por sus salinas, por lo que es otro planazo para los que busquen un ratito de sol y playa.

De menor calado es la playa de La Calita, al noroeste de la ciudad, que es mucho más recogida y tiene un encanto particular debido a sus pequeñas dimensiones, siendo la playa perfecta para días no muy transitados para encontrar un oasis de calma. Si buscamos ya más allá de Puerto Sherry una playa más grande, la opción está en la Playa de Santa Catalina, también llamada de Vistahermosa, que es un arenal de más de tres kilómetros de longitud y donde de nuevo se puede disfrutar de todo el encanto marino de la ciudad.

Comida: Tohqa

Tohqa Choco, habas y yerbawena; el chef Edu Pérez y remolacha madura y asada.

Hay restaurantes que no se pueden explicar con palabras. Tohqa (leído tosca, con una cierta aspiración en la ese), el proyecto personal de los hermanos Pérez (Edu en la cocina y Juan en la sumillería) es uno de ellos. Talento, sencillez y sensibilidad para cocinar el entorno y Cádiz en un patio preciosista en la Calle de los Moros hacen de Tohqa un edén que ningún gastrónomo o cualquier persona con cierta sensibilidad hacia la cocina debería perderse.

El Sumiller Juan Perez Navajas Y Flores Tapin Almendra Y Limon Y Lechuga Con Caracoles El sumiller Juan Pérez; navajas y flores; tapín, almendra y limón, y lechuga con caracoles

Por 'tosca' se entiende una de las piedras claves en entender el suelo de los vinos de Jerez —terrenos calcáreos, llamados albariza— y es precisamente el terruño lo que aquí se cocina. Lo hacen con dos menús, el Anafe —más corto— y el Tohqa —algo más largo—, que van de los 65 euros a los 80 euros, y que permiten conocer recetas tradicionales adaptadas a un gusto moderno con la devoción por el punto y la parrilla que Edu Pérez mamó en el restaurante Cataria, en el cercano Sancti Petri.

Una ración de verde y blanco

El Puerto de Santa María no sólo resplandece en el blanco de sus paredes encaladas. Tampoco sólo a costa del azul del mar que la impregna, embebida del Guadalete y del San Pedro, sino también de un paisaje verde que a veces pasa desapercibido.

Para los que busquen mantener ese perfil natural, Puerto de Santa María sorprende con pequeños bosques urbanos como el de las Dunas de San Antón, cuajado de pinos y de lentiscos, cerca de Puerto Sherry, que ofrecen un paseo divertido muy cerca del centro de la ciudad.

Salina Jorgeroa Las salinas de El Puerto. ©Jorge Roa / Turismo de El Puerto de Santa María.

Una vez cruzado el río Guadalete, de nuevo El Puerto destella en blanco. Lo hace con las salinas portuenses, un conjunto de humedales y marismas, intervenidas por la mano del hombre que siguen siendo un vestigio histórico y zoológico de primer nivel, donde se pueden descubrir aves limícolas y flamencos en la Salina de la Tapa y Marivélez o en la Salina de Santa María, que permiten al viajero descubrir un Puerto de Santa María distinto.

Cena: El Faro de El Puerto

Faro De El Puerto

Tres son las generaciones de la familia Córdoba que lleva dando el callo en los distintos establecimientos de El Faro. En este caso, si hablamos del restaurante en Puerto de Santa María tenemos que hablar del buen hacer de Fernando Córdoba, miembro de la segunda generación, que en este restaurante no sólo trabaja clásicos de la cocina gaditana, sino que se atreve a ir más allá.

Icónicos son sus arroces, como también son imprescindibles sus tortillitas de camarón, e incluso guiños a platos más modernos como el sashimi de salmonete, casi concebido como un tiradito, y a la cantidad de pescados de la zona que dispone sobre el horno, ya sean urtas, pargos, meros o borriquetes.

Concentrado también en ser una de las mejores bodegas de la ciudad, El Faro de El Puerto es un restaurante infalible para todo tipo de públicos, ya sea para comer o para cenar, sabiendo que se va a comer calidad en cualquier cosa que se pida.

Imágenes | Turismo de Cádiz / Turismo de El Puerto de Santa María / Tohqa / El Faro de El Puerto / Jorge Roa / Manuel de la Varga López

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