El Tesla Diner por fin es ya una realidad. El largamente esperado restaurante de Elon Musk abrió sus puertas el pasado 21 de julio, dos años después de que el empresario lo anunciara en X. No ha sido un camino de rosas, con las dificultades que ha tenido para encontrar un cocinero, pero, si tiene éxito, será el primero de muchos más. Aunque hay muchos angelinos que no se lo van a poner nada fácil.
La inauguración del pasado lunes fue, según relatan medios que asistieron al evento, casi más una exhibición de coches eléctricos que un evento gastronómico. El restaurante de Tesla es un local que recoge el espíritu del viejo estilo de los diners típicos de la cultura pop americana, pero con el toque Musk. Esto es, con un diseño retrofuturista grandilocuente que combina el servicio de cafetería con drive-in y estaciones de supercarga propios de la compañía, en lo que es ya el mayor centro urbano de carga de vehículos eléctricos del mundo
Enclavado en pleno Hollywood, junto a la ruta 66, el Tesla Diner es un restaurante de dos pisos con la cocina abierta las 24 horas del día los 7 días de la semana. Cuenta con dos enormes pantallas LED donde se reproducen películas y otros eventos especiales, destacando la de la azotea, a la que se accede por una escalera de caracol. Allí, un puesto de palomitas es manejado por un robot Optimus, que causó sensación en la inauguración.
El local permite encargar la comida desde el propio vehículo con antelación usando la pantalla táctil incorporada en los coches Tesla, pudiendo tomarla en el local o encargándola para llevar. Los pedidos se entregan en cajas de cartón con forma de Cybertruck.

El menú no ofrece muchas sorpresas; todo son platos inspirados en la comida rápida típicamente americana; hamburguesas, perritos calientes, sándwiches, tacos, gofres, tarta de manzana, patatas fritas, cócteles clásicos... Pocas propuestas especiales, al menos de momento, con apenas una ensalada en la oferta y sin presencia de los típicos batidos.
En el exterior, 80 puntos de supercarga aptos para todos los vehículos eléctricos compatibles con NACS, bajo marquesinas con paneles de energía solar. La experiencia se completa con una tienda de merchandising con productos exclusivos de edición limitada, como gominolas, camisetas o gorras.
El mismo día de la inauguración comenzaron los primeros movimientos contra el negocio, como relatan en Los Angeles Times. Charles Happold, activista y vecino de la zona, asegura que se están organizando más acciones de protesta contra el restaurante y contra toda la compañía Tesla; "Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que venda este lugar y se vaya de aquí".
Imágenes | Tesla
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