Jaime de las Heras
Editor SeniorEn España, el patrimonio arquitectónico relacionado con la tauromaquia es vasto y diverso. Desde la majestuosa Plaza de Toros de Ronda, construida en 1785, hasta la histórica Maestranza de Sevilla, cuya edificación comenzó en 1749, el país alberga numerosos cosos que son testimonio de siglos de tradición taurina.
Entre las más antiguas se encuentran también la plaza de toros de Béjar, inaugurada en 1711, y la de Campofrío, erigida en 1716. Estas plazas, junto con otras como las de Almadén, Aranjuez y Tarazona, forman parte de la Unión de Plazas de Toros Históricas, una asociación creada en 2001 para preservar y promover estos emblemáticos recintos .
Sin embargo, pocos conocen que en Santa Cruz de Mudela, un pequeño municipio de Ciudad Real, se encuentra una de las plazas de toros más singulares y antiguas de España: la Plaza de Toros de Las Virtudes.
Lo que la distingue no solo es su antigüedad, sino también su inusual forma cuadrada y su integración con un santuario religioso, creando un conjunto arquitectónico único en el país.
Plaza de toros de Las Virtudes. ©Jaime de las Heras.
Santa Cruz de Mudela se sitúa en el sur de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. El municipio está estratégicamente ubicado cerca de la autovía A-4, que conecta Madrid con Andalucía, lo que facilita su acceso desde diversas partes del país. Aproximadamente a seis kilómetros del núcleo urbano se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes, donde se halla la mencionada plaza de toros.
Camarín de la ermita de Nuestra Señora de las Virtudes.
La Plaza de Toros de Las Virtudes fue construida en 1641, aunque no fue hasta 1650 cuando se celebraron los primeros festejos taurinos en su interior. Su diseño cuadrado la hace única en el mundo, ya que la mayoría de las plazas de toros tienen una forma circular.
Plaza de toros de Las Virtudes, en Santa Cruz de Mudela. ©Jaime de las Heras.
Esta peculiaridad arquitectónica la convierte en un ejemplo excepcional de la integración de la arquitectura civil y religiosa. Con una capacidad para aproximadamente 500 espectadores, el coso ha sido testigo de numerosos eventos taurinos a lo largo de los siglos, aunque en la actualidad su uso es más esporádico y se limita a celebraciones locales y eventos culturales.
Camarín de la ermita de Nuestra Señora de las Virtudes.
Anexa a la plaza se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de las Virtudes, un santuario que data del siglo XVII. El interior de la ermita alberga un camarín decorado con frescos barrocos de gran valor artístico, considerados una de las joyas del barroco manchego.
Estas pinturas al fresco, que adornan la cúpula y las paredes del camarín, representan escenas religiosas y destacan por su delicadeza y riqueza cromática. La ermita y la plaza de toros fueron declaradas Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981, reconociendo su importancia cultural y patrimonial.
Imágenes | Jaime de las Heras
