Puede que a Madrid le falte el mar, pero a falta de playas con olor a sal siempre son agradecidos los chapuzones de agua dulce. Y la experiencia ya será redonda si podemos refrescarnos en un entorno natural único donde escapar por unas horas de la sofocante vida urbana.
La capital de España puede al menos presumir de tener a tiro de piedra multitud de opciones donde refugiarse en plena naturaleza y aprovechar además las zonas de baño naturales habilitadas para zambullirse y chapotear. Pero si hay unas aguas que destacan por encima del resto son, sin duda, las de la espectacular piscina de la que presume Buitrago del Lozoya, una de las villas históricas más singulares de la comunidad.
Esta localidad ya merece por sí misma una visita en cualquier época del año, por su riquísimo patrimonio histórico-artístico y cultural, su pintoresco trazado urbano con su inconfundible muralla, su gastronomía y su bello entorno, en plena Sierra Norte madrileña. Y en verano, cuando suben las temperaturas, nada mejor que acudir al área recreativa de Riosequillo, a un par de kilómetros del centro urbano de la villa, un entorno natural único donde aguarda una de las piscinas más grandes de toda España.
Con unos 4.500 metros cuadrados de superficie, esta impresionante piscina es además de origen natural, pero clorada y adecentada para el disfrute seguro y sin agobios de los bañistas, con un aforo máximo para 2305 personas. Su apertura se remonta al año 1993, cuando el Canal de Isabel II desarrolló el área recreativa que transformaría por completo una zona degradada de los márgenes del embalse de Riosequillo en uno de los espacios de ocio más atractivos de la Comunidad de Madrid.
Su refrescante agua fría -recordemos que siguen siendo aguas de origen natural- es uno de los grandes atractivos, pero todo el área recreativa y el entorno en plena sierra ya ofrecen un gran marco donde huir del calor de la ciudad y aprovechar alguna de las actividades de ocio que se pueden practicar en la zona, como las pistas deportivas, los parques infantiles, el bar con terraza o los merenderos habilitados.
La enorme piscina se divide en dos espacios para separar la zona adulta y la infantil, y cuenta con la vigilancia de dos socorristas en todo momento. El área cuanta con un parking gratuito con 700 plazas, aseos, mesas de picnic, botiquín de primeros auxilios y sillas anfibias para personas con movilidad reducida. Las tarifas de acceso oscilan entre los tres y 12 euros, según el tipo de entrada y el día de la semana.
A pesar de que estaba prevista la apertura de la temporada 2023 el pasado jueves, ha habido que retrasar la inauguración debido a la presencia de agua turbias ocasionadas por las tormentas de las últimas semanas, pero se espera que la piscina esté ya abierta y a pleno rendimiento en los próximos días.
100 Rutas por la Sierra de Madrid
Imágenes | Área Recreativa Riosequillo
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