Convertido en uno de los caballos de batalla agrícolas de 2025, el plátano de Canarias vive un particular boom mediático a costa de sus elevados precios, tanto en las islas como en la península, algo que suele rebrotar con fuerza en cualquier tipo de cultivo cuando las cosas vienen mal dadas y su precio se eleva.
Si a 2023 y 2024 le correspondió casi el monopolio de la queja sobre el precio del aceite de oliva, a 2025 le toca al plátano de Canarias enfrentarse al porqué de estos incrementos, además de otros cultivos –que no nos tocan tan de cerca a nivel primario– como el café, el cacao o la caña de azúcar.
Sin embargo, el plátano de Canarias tiene mucho que ver con esos últimos tres que mencionamos: es un cultivo subtropical y las inclemencias meteorológicas, advierten desde Plátano de Canarias en su cuenta de X (antes Twitter), serían las que están detrás de que haya más de dos euros de diferencia en un lineal de supermercado entre el plátano canario y las bananas centroamericanas.
En este caso, ante la incredulidad de un cliente con ese precio, la cuenta oficial de Plátano de Canarias (@platanosiempre) salió al quite para explicar la razón del aumento. "¡Hola! Sentimos de verdad la queja por el precio. Lo cierto es que estamos viviendo una situación muy complicada", iniciaba.
La situación complicada, remite, sería la borrasca subtropical Dorothea, que azotó Canarias en diciembre de 2024 y que supuso un fortísimo impacto en las plataneras y en los suministros eléctricos, por lo que se perdieron plantas y plátanos en cámaras, arguyendo que esto sería lo que "ha reducido mucho la producción y ha encarecido los costes".

Aparte de eso, citan factores externos, aunque no proceden a explicar cuáles, a pesar de insistir que no dependen del productor, insistiendo en que esta situación "no es lo habitual, pero sí una realidad que nos está afectando a todos, desde quienes cultivan hasta quienes compran el plátano".
Sin embargo, los precios siguen en una espiral alcista que, en la península, supone ver en fruterías plátanos de Canarias a más de cinco euros el kilo y, en ocasiones, llegando hasta los siete euros. Hay voces que discrepan de cómo se ha llegado a esta situación, como la de Paco Déniz, ex diputado en el Parlamento de Canarias por Podemos, que lamentaba en El Diario que el 93% de la producción de plátano se exporte [todo lo que sea vender fuera de Canarias, incluso a la península] o de por qué se aceptó la venta por debajo del coste de producción.
A la ecuación hay que sumar que, además, no es una cuestión de que el plátano tenga una menor producción, sino que su 'competidora', la banana, también está en un escenario de baja productividad –por las mismas cuestiones meteorológicas– antes citadas, por lo que el plátano (sin importar de donde venga) vive en una espiral alcista de oferta y demanda que controlan prácticamente a nivel mundial apenas cuatro empresas.
Imágenes | Plátano de Canarias
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