El momento de planear la cena es uno en donde se toma una de las últimas decisiones del día, por ello hay que hacerlo más ameno con una preparación fácil, rápida y deliciosa para la familia, y qué mejor que hacerlo que con unas papas cambray a la mantequilla con las que todos quedarán fascinados.
Utilizando ingredientes y elementos que ya tienes en la cocina y el refrigerador puedes hacer una cena rica y ligera, o también apostar por este platillo como un acompañamiento de un buen pescado o carne asada, gracias a la gran versatilidad de las papas.
Para preparar esta receta utilizaremos un kilo de papa cambray que pondremos a hervir en una olla con suficiente agua con un poco de sal para que la absorban mientras se prepara la cocción.
Una vez que queden totalmente blandas, lo que tomará de unos 15 a 20 minutos, retira el agua, déjalas enfriar y corta por mitades sin quitarles la cáscara.
En una sartén derrite 45 gramos de mantequilla a fuego bajo. Añade aceite de oliva y luego las papas para que se doren, cuidando de remover constantemente para que tengan una textura uniforme y no se quemen.
Una vez que empiecen a ponerse crujientes, deja espacio de un círculo al centro del sartén y sofríe ahí el ajo picado, dejando que se doren de nueva cuenta.
Antes de que el ajo comience a tornarse de un color dorado, cubre las papas con el jugo de dos limones. Revuelve bien y cuando todas las papas queden impregnadas con el sabor del limón, espolvorea dos ramitas de perejil finamente picadas y revuelve una vez más para distribuir todos los sabores de manera uniforme.
Una vez en su perfecto punto de cocción, retira las papas del fuego y sirve mientras siguen calientes, si prefieres consumirlas frías, puedes apostar por acompañar de un aderezo, para hacerla más llamativa para los niños.
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