Del mismo modo que no todos nuestros tenedores valen para lo mismo, algo parecido pasa con los palillos, elemento fundamental en las gastronomías orientales. Tanto es así que, aunque no lo parezca, hay diferencias nacionales entre los distintos palillos y no es una cuestión de chovinismo, sino de practicidad.
Por eso, quizá no te hayas dado cuenta de que hay diferencias de longitud, forma o materiales a la hora de hablar de diferentes palillos. En líneas generales, hay tres tipos de palillos distintos, cada uno en función de un país o cultura, y hoy vas a saber por qué son así.
En términos generales, los palillos chinos son más largos que los palillos japoneses y los palillos coreanos, pero no es sólo el tamaño lo que los diferencia o, mejor aún, la diferencia de tamaño obedece a razones prácticas.
Por ejemplo, los palillos chinos y coreanos son más largos que los palillos japoneses por una razón: la costumbre de compartir la comida en la mesa. Como esto supone más distancia entre el comensal y lo que va a comer, necesita palillos algo más largos, algo que es frecuente en la cocina china y también en la cocina coreana.
Razones prácticas para las diferencias entre palillos
Los palillos japoneses son más cortos, de madera y con puntas redondas, pero relativamente 'afiladas'.
Sin embargo, no son exactamente iguales ambos palillos. Partiendo de la base de que los palillos coreanos son más cortos, también hay diferencias en la forma. Los palillos chinos suelen ser de bambú y tienen una punta cuadrada. Caso contrario de lo que sucede con los palillos coreanos, que se suelen hacer de metal y pesan más.
No obstante, obedece a otra razón práctica: poder coger los banchan —un entrante típico, casi unos entremeses— que son más sólidos y pesados y que podrían no cogerse fácilmente con unos palillos más ligeros. Curiosamente, la punta también es plana, lo cual facilita coger el banchan en cuestión.
Distinto es el caso de los palillos nipones, imprescindibles en la cocina japonesa, que son más cortos y terminan en puntas ligeramente redondeadas, además de estar hechos en madera o bambú. Los motivos vuelven a ser de índole práctica y ajenos al capricho. Son más cortos porque la cocina japonesa sí se 'emplata' o es más individualizada que en Corea o China. Además, los palillos que se sirven para hombres y para mujeres tienen distinta longitud, del mismo modo que sucede con los palillos para niños.
Además, terminan en formas redondeadas, aunque apuntadas, porque permiten al comensal desmenuzar o manejar con más habilidad determinados platos como los que pudieran tener trozos de pescado, al carecer de cuchillos.
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Aparte y como es lógico, en las casas coreanas, chinas y japonesas cada uno tiene sus cubiertos, no como sucede en los restaurantes —generalmente— donde se suele apostar por opciones desechables, aunque cada vez es más frecuente que en los restaurantes asiáticos de cierto nivel se utilicen palillos reutilizables de más calidad.
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