Los siete cultivos ideales para los novatos de un huerto urbano

Empezar un huerto urbano puede parecer una misión imposible, pero solo hasta que metes las manos en la tierra y te das cuenta de que lo difícil era decidirse. Para los que aún dudan, hay buenas noticias: hay cultivos sencillos que no necesitan experiencia previa y resultan incluso abundantes.

Como explica Toni, famoso blogger de “La Huertina de Toni”, en su libro Vente al huerto, no se trata de plantar por plantar. Hay que elegir especies que crezcan rápido, requieran pocos cuidados y respondan bien al clima y al espacio reducido. Y sí: también que se puedan comer con gusto.

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Fresas

El primero de la lista son las fresas, un cultivo mucho más sencillo de lo que parece y muy buena opción para los que tienen poco espacio en casa. Es mejor plantar directamente desde planta cultivada, ya que se obtendrá un ciclo más rápido y frutos prácticamente al instante.

Rabanitos

Le siguen los rábanos: pequeños, sabrosos y veloces. En solo tres o cuatro semanas están listos para recolectar. Se adaptan bien a macetas y bancales pequeños, y resisten bastante bien el sol directo si tienen agua suficiente.

Lechuga

Crece deprisa, ocupa poco y se puede ir cosechando hoja a hoja. Lo ideal es sembrarla en primavera u otoño, y mantener el suelo húmedo sin encharcar. Una opción perfecta para ir perdiendo el miedo.

Espinacas

Las espinacas (y también las acelgas) están entre los favoritos. Se pueden cultivar casi todo el año y son ideales para recoger por hojas, alargando la producción. No ocupan mucho espacio y su follaje es muy decorativo.

Zanahorias (baby)

Aunque parezcan exigentes, solo necesitan un suelo suelto y profundo. Además, hay variedades enanas perfectas para macetas. Y sacar una zanahoria de tu propia tierra es, sin duda, un acto de orgullo hortelano.

Ajos tiernos

Los ajos tiernos son el cultivo ideal por la rapidez de cosecha que permiten. En menos de 60 días, los ajos tiernos se pueden extraer y comer crudos o cocinados, una gran diferencia respecto a los ajos tradicionales.

Estos cultivos son el punto de partida ideal para perder el miedo al huerto urbano. Porque la cosecha no empieza con la semilla, sino con las ganas de probar.

Foto| Greta Hoffman

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