Lavar camisetas después de un solo uso parece una regla intocable. Con los vaqueros aún hay debate. Pero cuando se trata de sujetadores, muchas personas reconocen que se saltan el lavado más veces de las que quisieran admitir. Es esa prenda que, misteriosamente, parece resistir varios días sin pasar por la lavadora.
El dilema es real: ¿debe lavarse tras cada uso como la ropa interior o basta con airearlo y esperar? Y lo que es peor, el riesgo no es solo estético, sino también de comodidad e higiene. Un sujetador sucio puede acumular bacterias, afectar a la piel y, además, perder elasticidad más rápido.
La buena noticia es que no hace falta obsesionarse. La respuesta depende de factores como el tipo de sujetador, el nivel de actividad física y, por supuesto, el sudor de cada una. Esto es lo que recomiendan los expertos para prolongar la vida útil de esta prenda esencial y mantenerla siempre en buen estado.
¿Cada cuánto lavar un sujetador normal?
Según la Asociación Alemana de la Industria del Cuidado Corporal y de los Detergentes (IKW), lo recomendable es lavarlo cada tres a siete usos. Eso sí: si has sudado mucho o notas mal olor, conviene lavarlo inmediatamente, evidentemente. En resumen, el sujetador puede repetirse, pero no hasta el infinito.
¿Y los sujetadores deportivos?
En este caso, no hay concesiones: los sujetadores deportivos deben lavarse tras cada uso. Durante el entrenamiento acumulan sudor, bacterias y grasa de la piel. No solo generan malos olores, también pueden provocar irritaciones si se siguen usando sin limpiar.
Además, los tejidos técnicos de este tipo de prendas absorben humedad rápidamente y, si no se lavan, el material pierde propiedades con más facilidad. No hay duda en estos casos.
La mejor manera de lavarlos
Los sujetadores son prendas delicadas que requieren cuidados especiales. Lo ideal es lavarlos a mano con agua tibia y detergente suave, cerrando antes los ganchos para evitar enganches. Si la etiqueta lo permite y prefieres la lavadora, usa siempre una bolsa de malla, ciclo suave y agua fría o templada.
Es importante no añadir suavizante, ya que daña la elasticidad del tejido. Y bajo ningún concepto deben ir a la secadora: lo mejor es dejarlos secar al aire, sobre una toalla o colgados del cierre. Así conservan su forma durante más tiempo.
Señales de que debes reemplazar tu sujetador
Todas tenemos ese sujetador que parece insustituible, el que siempre queda perfecto. Pero incluso el mejor tiene fecha de caducidad. Debes pensar en reemplazarlo cuando pierda elasticidad, las copas se deformen, las costuras se rompan o aparezcan olores persistentes.
Foto | Castorly Stock y Sarah Chai
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