Estas últimas semanas, por estricta necesidad, he pululado bastante por burguers y establecimientos de esos en los que pides tu comida, la pones en una bandeja birriosa, y una vez abonada la cuenta tienes que encontrar una mesa libre en la que descansar tus huesos y depositar la comida del día. En algunos era complicado acomodarse en muchas de las mesas, ya que se encontraban todavía con restos de la comida anterior.
No cabe duda que a la hora de comer necesitamos un mínimo de limpieza, y hacerlo sobre los restos de otros no resulta nada agradable. Al ver Seat Savers, unos artilugios muy frikis pero bien pensados, me han venido a la mentes esos días de frustrantes paseos de mesa en mesa, pues parecen tan reales como algunos de los que me pude encontrar entonces.
Desde una cucharilla rebosante de helado, hasta un vaso de refresco vertido en el que asoma un líquido de un color poco agradable, estos artilugios están pensados como una treta ruin para reservarse el asiento mientras ordenamos la comida en el mostrador. No sé si esta iniciativa tendrá algún éxito, que digo yo, hay que actuar con premeditación y alevosía para salir de casa con un trasto de estos en el bolso.
Vía | Compradicción En Directo al Paladar | Utensilios de cocina comestibles En Directo al Paladar | Utensilios desechables con un elegante diseño, Tast