Si te apetece un bocado que te transporte a la repostería tradicional casera, no dudes en preparar estos turrillos o huesillos de Ávila, un clásico de las mesas castellanas perfecto para la sobremesa.
Elaborados con ingredientes básicos como la harina, el huevo y un toque de anís, este dulce, muy similar a los cercanos huesillos extremeños, se fríe en aceite bien caliente y luego se reboza en azúcar. Aunque suelen prepararse en Carnaval y Semana Santa, al igual que las rosquillas, son tan sencillos de preparar y económicos que en muchas familias se consumen todo el año.
Ya verás que con esta receta, preparar estos dulces de un bocado en casa es de lo más sencillo y no te tomará más de 20 minutos.
Primero batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añadimos la leche, el aceite y el anís, y mezclamos.
Agregamos la ralladura de limón, la sal, la harina y la levadura. Removemos con una espátula de silicona hasta obtener una masa homogénea. Dejamos reposar 15 minutos.
Pasamos la masa a una manga pastelera y calentamos abundante aceite. Vertemos porciones de masa directamente en el aceite para ir friendo los huesillos hasta que queden doraditos por fuera.
Los dejamos escurrir sobre papel de cocina absorbente, y los rebozamos en azúcar cuando aún están calientes.
Con qué acompañar los huesillos de Ávila
Como son ideales para la sobremesa o la merienda, nuestra recomendación es acompañarlos con bebidas como la leche fría, el café con leche, o tu infusión favorita.
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