Esta cheesecake es una de las tartas más sencillas y ricas que se han cruzado en nuestro camino y queremos enseñarte a prepararla. Solo necesitas un puñado de ingredientes básicos, una nevera y paciencia para llevar con elegancia la espera hasta que coja cuerpo la criatura.
El resultado es una tarta cremosa, con base crujiente de galletas Oreo y cobertura de chocolate. En una palabra: espectacular.
Arrancamos por la base y, para ello, trituramos las galletas Oreo con ayuda de un robot o una picadora eléctrica. Le añadimos la mantequilla, que habrá de estar blandita o fundida, y trituramos de nuevo hasta obtener una masa homogénea.
Con ella vamos a cubrir la base de un molde de 22 cm, pero antes lo tenemos que forrar con papel vegetal por todos lados. Así será más fácil desmoldarla.
Extendemos la mezcla de la base por toda la superficie, presionando ligeramente con una cuchara para que quede lisa y compacta. Nos llevamos el molde a la nevera y dejamos que se enfríe mientras preparamos el relleno.
Empezamos el relleno poniendo a remojar las hojas de gelatina neutra en un recipiente con abundante agua fría. En unos 5 minutos estará lista.
Mientras troceamos ocho galletas Oreo con las manos. No buscamos que los trozos sean iguales, distintos tamaños es lo que queremos.
En un bol amplio introducimos el queso crema y agregamos el azúcar. Mezclamos bien con una espátula hasta que el azúcar esté integrado.
Ahora calentamos la nata líquida en nuestro microondas a máxima potencia, 900W, durante 50 segundos. Escurrimos la gelatina, que ya está bien hidratada, y la agregamos a la nata caliente. Removemos para que se disuelva bien y se integre en condiciones.
Vertemos esta mezcla en el bol con el queso y el azúcar y removemos suavemente con unas varillas hasta que se integre. Agregamos las galletas troceadas y removemos de nuevo.
Rellenamos el molde con la mezcla y nos lo llevamos de nuevo a la nevera para que se enfríe y coja cuerpo.
Después de dos horas preparamos la cobertura de chocolate. Introducimos el chocolate en trozo y la nata en un cuenco y de ahí al microondas. Programamos 1 minuto a máxima potencia.
Ahora removemos bien hasta que tengamos una mezcla brillante y cremosa que rematamos con un poco de mantequilla.
Ya solo nos queda verter la cobertura en el molde, repartirla bien para que cubra toda la superficie y llevar la tarta a la nevera.
Es importante dejarla enfriar unas 8 horas para que alcance su punto ideal de consistencia. Aunque la podemos dejar más. Es una tarta perfecta para preparar con antelación.
Cuando la vayamos a servir la desmoldamos y así, tal cual, ya la podríamos llevar a la mesa. Pero ya sabéis lo que nos gusta una buena presentación, así que la vamos a decorar con galletas Oreo cortadas por la mitad, aunque opciones hay muchas.
Con qué acompañar la cheesecake de Oreo
Hazlo a tu gusto, pero no dejes de preparar este postre que es perfecto para cualquier ocasión. Cada bocado es una explosión de sabor que combina lo mejor de las galletas Oreo con la cremosidad del cheesecake y el toque decadente del chocolate. Vas a triunfar. Ni que decir tiene que es un postre contundente, pero como con casi cualquier tarta va bien tener al lado un café con leche, un té o cualquier infusión que nos guste.
En DAP | Tarta de queso
En DAP | Tarta de Oreo