Hoy hemos preparado un original risotto de tomate: una vuelta de tuerca al arroz con tomate, que gustará a niños y a mayores. Además es una receta sencillísima que apenas lleva ingredientes más allá del arroz, el tomate, una cebolla y el queso parmesano.
Elaborado con la técnica del risotto, añadiendo el líquido cazo a cazo y sin dejar de remover, la textura cremosa de este arroz con tomate es realmente impresionante. Ya veréis como lo incorporáis a vuestro recetario de platos habituales.
Comenzamos picando bien la cebolla y sofriéndola en un cazo con un poco de aceite de oliva. Añadimos también los dientes de ajo picados y dejamos que se pochen sin llegar a dorarse. Agregamos entonces el vino y removemos hasta que evapore.
Incorporamos el arroz que removemos hasta que tome un color nacarado y añadimos el tomate triturado. Podéis utilizar también zumo de tomate natural o tomate pera de lata en conserva, sin añadir el líquido para que sea bien concentrado.
Moviendo continuamente, dejamos que el arroz se vaya hidratando. Cuando nos vayamos quedando sin líquido, seguimos añadiendo despacio el caldo de pollo (o de verduras) cacito a cacito, para que el arroz vaya absorbiendo el caldo lentamente.
Cuando el arroz esté ya tierno, tras unos 20 minutos de cocción, apagamos el fuego y añadimos la mantequilla y el queso parmesano, removiendo enérgicamente para conseguir un mantecado que le de la textura cremosa a nuestro risotto. Servimos decorando el plato con unas hojitas de hierbas aromáticas picadas y lo comemos inmediatamente.
Con qué acompañar el risotto de tomate
Los risottos son platos que sacian bastante y lo mismo pasa con este delicioso risotto de tomate que hemos preparado, por lo que os recomendamos que lo sirváis como plato único. Para rematar tan buena comida, qué mejor que un postre sencillo con inspiración italiana como el tiramisú de mango que dejará a todos encantados.
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