Siempre que en casa hay lechón al horno (también llamado tostón en algunas partes de España) hay día de fiesta y no es para menos, pues las recetas de carne asada como el lechón, las recetas de cordero, el cabrito o el cochinillo siempre dan muy buen resultado, y más con el sabor delicado y ligero de estos últimos, que os quedarán de maravilla como receta de Navidad.
La clave de asar un lechón al horno en casa es contar con una buena materia prima, no racanear en el momento de salar (por dentro y por fuera) y procurar que en el horno siempre haya humedad para que no se queme.
La receta de lechón que hoy os traemos es realmente fácil y vais a conseguir que quede la piel crujiente y la carne muy, muy tierna, donde además parte del misterio también está en utilizar una pizca de manteca para favorecer esa jugosidad.
Receta muy típica de los asadores castellanos y otro tipo de mesones, este lechón al horno no tiene nada que envidiar a aquellos que se hacen con fuego de leña y son la oportunidad perfecta para sorprender en casa con un asado de los que hacen afición.
Precalentamos el horno a 170 ºC y mientras vamos salando el lechón con generosidad, tanto por el interior como por el exterior, recordando que hay que emplearse a conciencia para que luego no nos quede soso.
Ya salado y con el horno caliente, colocamos el agua en una fuente de barro y el lechón con la piel hacia abajo sin que toque la fuente y el agua, ayudándonos de una cuchara de madera, y untamos de manteca la parte interior del lechón.
Horneamos a 170 ºC durante 40 minutos, pues no queremos que el lechón se queme, y pasado ese tiempo lo volteamos, untamos de manteca la parte de la piel y horneamos otra media hora.
Pasado ese tiempo, con la carne ya hecha, subimos la temperatura del horno a 200 ºC y rematamos horneando entre 12 y 15 minutos hasta que esté bien dorado y crujiente.
Asador de barro refractario ovalado con barras especial para cochinillo y cordero de 60 cm x 28 cm.
Con qué acompañar el lechón al horno
Más allá de aprovechar la coyuntura y presentar unas patatas asadas o unas patatas fritas y, por supuesto, preparar una ensalada para refrescar el bocado, poco más necesita un lechón, aunque unos pimientos asados para abrir boca tampoco le irán mal.
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