Las sartenes de hierro fundido facilitan enormemente la vida culinaria por su gran versatilidad, como es el poder pasar con ellas del fuego o placa de cocina al horno, y viceversa. En esta receta de muslitos de pollo conseguimos una carne asada muy dorada y jugosa que pone la base para una salsa primaveral de mojar mucho pan.
La misma preparación se puede adaptar a contramuslos, cuartos traseros o zancos completos, o incluso a un pollo entero, si entrase en nuestra skillet. La idea es asar primero el pollo, retirarlo y desglasar la sartén, como aprendimos aquí, para hacer la base de la salsa en la que se cocinan las verduras. En este caso usamos una combinación de hortalizas verdes típicas de primavera, pero podríamos sustituirlas por otras.
Precalentar el horno a 180ºC con aire o 200ºC con calor arriba y abajo. Cortar la cebolla en unos tres o cuatro trozos grandes y hacer lo mismo con la mitad del limón. Secar el pollo con papel de cocina, limpiar de posibles restos de plumas o exceso de grasa y sangre y salpimentar.
Engrasar una sartén o recipiente apto para el horno y disponer el pollo, colocando los trozos de limón, cebolla y los ajos sin pelar en los huecos. Rociar con un chorrito de aceite y zumo del otro medio limón y hornear durante unos 40-50 minutos, girando las piezas de pollo a mitad de la cocción si es posible, hasta que esté bien dorado y caramelizado.
Apagar el horno, retirar el pollo a un plato y dejar dentro del aparato aún caliente cuando baje un poco la temperatura. Sacar de la sartén la cebolla, el limón asado y los ajos, y exprimir los jugos de estos ingredientes sobre la sartén. Si tuviera mucha grasa o restos sólidos, retirar primero.
Desglasar al fuego como se indica aquí, añadiendo primero el vino a fuego fuerte y rascando bien el fondo con una cuchara de madera o silicona dura o similar. Si la fuente usada no es apta para la placa, trasladar todo el contenido a un recipiente adecuado previamente, siempre rascando el máximo de jugos del asado.
Bajar el fuego y añadir el caldo o agua y la nata. Remover bien y echar los espárragos cortados en tres o cuatro piezas y las judías en tamaños similares. Cocer suavemente hasta que la verdura esté casi echa y agregar los guisantes, dejando que se cocinen al dente.
Reincorporar el pollo reservado y servir con cebollino fresco u otra hierba.
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Con qué acompañar los muslos de pollo al horno
Si bien decimos que este receta de pollo al horno constituye una comida completa, con su guarnición y salsa incluidas, siempre podemos hacerla más consistente sumando a la mesa un poco de arroz blanco olla expres, cuscús, puré de patatas o algún otro grano de sabor neutro que tengamos en la despensa, como quinoa o incluso algo distinto como mijo. En caso contrario, nos bastará con una ración generosa de pan.
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